La MET Gala 2024 transcurre, como es habitual, entre originales diseños que llaman la atención de todos los presentes. Nombres muy importantes vinculados al cine, la televisión, la moda y otras tantas áreas, se dan encuentro en una velada caracterizada por la elegancia y la alta costura. Y si bien en esta edición son las mujeres quienes lucen la gran mayoría de los diseños más sofisticados, hubo un joven que se destacó como uno de los poquísimos hombres que se animó a dar un paso más allá, y sorprender con su atuendo. Se trata de Gustav Magnar Witzøe, un desconocido para muchos, pero una cara muy familiar para quienes siguen sus pasos en el mundo del modelaje.

Con 31 años cumplidos, este modelo de Noruega es la persona más rica de su país. Con un marcado interés por la moda, Gustav Magnar Witzøe siente un profundo amor por las pasarelas, y por ese motivo desea y trabaja incansablemente con el fin de construir un nombre propio adentro de ese rubro. Lejos de pretender involucrarse en la empresa de su padre, el interés de Gustav está puesto en crecer como modelo, y poco a poco los buenos resultados aparecen en su destino. Desde hace un tiempo, el joven se mudó a Nueva York para sumarse a Next Model Management, una agencia que le podría significar dar un salto profesional definitivo, y convertirse en un importante modelo internacional.

Valuada en 2,671 millones de dólares, la familia de Magnar es la que posee la mayor fortuna de Noruega. Su padre es Gustav Witzoe, un hombre vinculado al cultivo de salmón, y quien decidió donarle a su hijo cuando cumplió los 18 años, todas sus acciones en la empresa Salmar. Por ese motivo, si bien el capital es del modelo, el empresario es el que se ocupa de tomar todas las decisiones correspondientes a la empresa.

Al margen del modelaje, Magnar también es reconocido por invertir en el mercado inmobiliario, y en diversas startups tecnológicas. Pero aunque esos rubros le interesan, es indudable que su gran vocación tiene que ver con el modelaje, motivo que lo llevó a portar un original diseño en la MET Gala, que le permitió robarse las miradas de la prensa internacional, y poner otro ladrillo en su objetivo por convertirse en un modelo de renombre.