El apoyo de los clientes de La Bombonera, y las intenciones de sectores públicos y privados de ayudar a los dueños, no fueron suficientes para sacar a flote al centenario negocio. Y, tras varias semanas intentando salvarlo, ayer el local del Viejo San Juan amaneció cerrado.

Las deudas que arrastran y la merma en ingresos económicos provocaron que los accionistas se reunieran y tomaran la decisión de cerrar la cafetería, que atendía al público desde el 1902.

“Desde ayer miércoles, a la 1:00 de la tarde, dejamos de operar parcialmente como lo estábamos haciendo. Hoy estamos desmantelando lo que queda para entregar el edificio (donde estaban localizados los baños y la cocina). La gerencia llamó a los empleados para decirles que estaba cerrada”, señaló Primitivo Velázquez, quien por 12 años ha trabajado en el lugar.

Por el momento, se desconoce si eventualmente podrán volver a atender a su clientela, como originalmente se había planteado cuando se vieron obligados a cerrar el salón comedor y sólo despachar órdenes para llevar.

Hace tres semanas, cuando trascendió que el negocio no podía seguir operando, pues debían desalojar el edificio donde ubicaban los baños y la cocina, un grupo de representantes del sector público y privado se reunieron con los accionistas de La Bombonera en busca de prolongarle la vida. Tras este encuentro, el secretario de Estado, Kenneth McClintock, anunció la creación de una coalición que tendría la misión de diseñar un plan de reestructuración que evitara su clausura.

Al encuentro, que se extendió por espacio de 45 minutos, también asistieron el director ejecutivo de la Compañía de Turismo, Luis Rivera Marín; la presidenta del Banco de Desarrollo Económico (BDE), Ivonne Otero; el presidente de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (Asore), Humberto Rovira; y el gerente de la sucursal del Viejo San Juan del Banco Popular, José Pacheco, quienes conversaron con el gerente general de La Bombonera, José López, sobre las diversas alternativas para mantener la icónica cafetería a flote.

Entre las alternativas que se mencionaron estuvo la remodelación del edificio propiedad de La Bombonera para ubicar en él la cocina –considerada para establecerse en el segundo piso– y los baños, que se construirían al fondo del salón comedor.

El Tribunal de San Juan ordenó en enero pasado el desahucio del edificio donde ubicaban los baños y la cocina y, a principios de abril, determinó que Puig & Abraham debía pagar $54,000 por la renta adeudada desde julio del año pasado hasta marzo a la corporación Isajo, presidida por José Bote.