Giorgio Armani, un “milagro” de la moda y el cine irrepetible
Expertos afirman que la muerte del legendario diseñador representa el fin de una era donde la creatividad y la cultura popular no tenían límites.
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No solo se fue uno de los grandes de la costura, sino el último “milagro” del mundo del espectáculo.
Expertos aseguran que la muerte de Giorgio Armani no solo representará una “pérdida enorme” para la moda, sino que impactará las alfombras rojas de Hollywood y las posibilidades de ver una industria de la aguja sin límites en la creatividad.
Mailye Matos, profesora del Programa de Diseño y Gerencia de Moda de la Universidad Sagrado Corazón, aseguró que este deceso no solo se trata de perder un modisto que transformó la ropa para caballeros al ofrecer siluetas más relajadas, y que modificó la imagen de las divas del cine y la música desde los años 80 hasta hoy día, sino que también dejó claro que era posible crear una empresa exitosa a cuenta propia.
“Giorgio fue de los últimos diseñadores que quedaba que no comprometió su visión, y sabemos que su compañía era una totalmente dirigida por él, y eso representa una pérdida enorme para un sector cuyas marcas se siguen reuniendo bajo conglomerados multinacionales, y lo que eso significa para la libertad creativa de los diseñadores actuales”, sostuvo la educadora y comunicadora en entrevista telefónica con Primera Hora, quien hizo hincapie a la marca italiana que, según la revista Forbes, está valorada en más de $12,100 millones, que cuenta con negocios en la industria de la música, deportes y la hotelería de lujo.
Dicha observación se produce en momentos en que el conglomerado LVHM, dueños de marcas como Louis Vuitton, Christian Dior y Givenchy, registró una caída en ingresos y valor bursátil de sobre $118,000 millones en el pasado mes de julio, mientras que el grupo Kering, dueños de casas como Gucci, Yves Saint Laurent y Bottega Veneta, presentó reducciones en venta de un 16% en su primer semestre. Todas esas noticias se dan en momentos en que el grupo Armani, que incluye la línea de alta moda, Emporio Armani y A|X Exchange, obtuvieron sobre $2,300 millones en ganancia el año pasado.
“Cada vez, la moda va a ser menos independiente, y con la pérdida de Armani, no se me ocurre hablar de independiencia creativa a estos niveles, y que puedas llegar y diversificar tu mercado de la misma manera que lo hizo él siendo una compañía independiente. En ese sentido, lo de Giorgio fue un milagro que lo veo muy difícil de que vuelva a ocurrir”, destacó.
Arrasó más allá de la pasarela
Para la diseñadora de vestuario Abigail Vargas, el legado de Armani no soló marcó tendencias en la industria de la aguja internacional, sino que también fue uno de los pioneros de transformar el mundo del cine, cuando se encargó en crear los ajuares de la película “American Gigolo”, donde se destacó por vestir al actor Richard Gere en trajes de sastre en lino y camisas de botón abiertas, redefiniendo los códigos de vestimenta de caballero en la década de los 80.
“Aunque recordarán a Armani por sus recientes apuestas en la Alta Costura, él logró llevar un estilo bien elegante y atemporal en los años 80 al público general, y todo eso lo llevó a través de la pantalla grande”, sostuvo la dueña de la propietaria de A La Medida Inc., quien también resaltó su desempeño en los vestuarios del filme “The Untouchables”, donde transportó al público a la lucha entre el Buró de la Prohibición de los Estados Unidos y la mafia italiana con sus trajes de sastres con hombros definidos, solapas extendidas, y corbatas coloridas.
“En momentos donde vemos que está volviendo lo maximalista a la moda, aprendimos más de un estilo minimalista, una estétitca sobria, bastante atemporal, que aún sigue vigente, Aquí vemos que su referente no solo fue en las pasarelas, sino también a nivel cinematográfico, y ahí también estableció tendencias”, aseguró la también “stylist”.
Matos, no obstante, opinó que, aún cuando el italiano pudiera ser un referente de la filosofía de que “menos es más” en la moda, su estilo no está asociado a una idea conservadora que aborrece los colores y accesorios.
“Él fue uno de los diseñadores que nos enseñó que lo minimalista no implica una falta de tratamientos sobre los textiles, ni la falta de adornos, y eso sí es una gran pérdida”, aseguró.
Nunca perdió su sello
Héctor Omar Maldonado, quien lleva una década en la industria de la moda, resaltó que el “Señor Armani” también supo transformar la industria de la alfombra roja, no solo con acercarse a las estrellas con la apertura de su “boutique” en la calle Rodeo Drive en Beverly Hills, sino dándole personalidad propia a las estrellas de Hollywood y cementar su prestigio en la industria del entretenimiento, todo sin perder su esencia.
“Armani vistió de Tina Turner hasta Lady Gaga, y lo vimos triunfar en las alfombras rojas, demostrando que era alguien que supo moverse en la industria sin perder su sello y su ojo al detalle”, destacó el también profesore de la División Académica de Ingeniería, Diseño y Arquitectura de la Universidad Ana G. Méndez.
Maldonado sostuvo también que, en momentos donde los diseñadores luchan por mantener relevancia en la cultura popular, Armani quedará en la memoria colectiva al no tener miedo al extender su nombre en artículos más accesibles como perfumes y maquillajes, así como en la ropa para el diario vivir bajo A|X Exchange, y su línea de mahones Armani Jeans.
“Lo bello de todo es que la ropa de Armani es que no tiene tiempo, y que envejece de una manera hermosa, y ese es parte de su legado, ese proceso de crear una pieza bien pensada, bien trabajada, bien sofisticada, aunque sí también fue bien subestimada por su sencillez”, destacó.
El boricua, igualmente, resaltó que una de las lecciones que deja el italiano al gremio es el compromiso de conocer la industria desde su raíz para triunfar.
“Armani, desde sus principios, fue una persona humilde, comenzó su carrera trabajando las vitrinas en ciertas tiendas de Italia, y luego se enfocó en el ‘workwear’ masculino en los años 70, que fue en una época donde hubo interés por innovar este tipo de artículos en la nación europea”, resaltó.
”Es importante que otros diseñadores vean la forma en la que él trabajó, porque él no diseñaba, él, simplemente, tiraba la tela encima de las personas, dejaba que el textil hablara, que el movimiento decidiera cómo iba a lucir esa pieza. Aquí se pierde una filosofía importante”, concluyó.