Una madre británica y su hija han gastado sobre $60,000 en cirugías y quieren someterse a más. 

Georgina Morris, de 38 años de edad está obsesionada por parecerse a su modelo favorita, Katie Price, mientras que su hija, Kayla Morris, de 20, quiere aumentarse los senos aun más, según informó Mail Online.

Kayla, incluso, relató a dicho medio que para obtener el dinero de las cirugías plásticas a las que se ha sometido, trabaja como stripper desde los 17 años y buscó un "sugar daddy" (benefactor) de más de 50 años de edad que le ayudó a pagar los procedimientos estéticos. 

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A la joven no le importa el dolor que su gran "pechonalidad" le produce en la espalda y, asegura, va por más.  

Por su parte, Georgina,  madre de cuatro hijos, sostuvo que es adicta al Botox y asegura que no le importa que su hija de desnude para sufragar el costo de las intervenciones estéticas.  

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