Tenían en mente expandir la tradición de la buena comida criolla que sirven en La Casita Blanca, la famosa y pintoresca fonda de Villa Palmeras, así que sus dueños se lanzaron a la conquista de nuevos paladares en otro sector histórico. De esta idea nació Casita Miramar el pasado mes, justo el día después de la celebración de Reyes, impregnando desde entonces la avenida del mismo nombre con los tentadores aromas de bacalaítos, habichuelas colorás y el infaltable sofrito, entre otras ricuras de la cocina típica.

Todas las recetas que se preparan en este nuevo espacio “son las de la abuela Aurora (Ruiz)”, explica Leonardo Pérez, propietario del restaurante junto con su padre Jesús Manuel.  Ella estuvo detrás del fogón de La Casita Blanca por casi 20 años, y dejó todo un sabroso legado de platillos que hacen la boca agua, algunos de ellos “en peligro de extinción”, asegura Leonardo.  ¿Los más solicitados?  Muchos de los que han distinguido a la fondita villapalmeriana: las patitas de cerdo, el pastelón de amarillos con carne molida, el salmorejo de jueyes y el biftec encebollado.

“Lo de nosotros es comida tradicional puertorriqueña, y buscamos promover el compartir relajadamente en la mesa, esa unión de antes que se ha perdido.  Yo me he criado en esto, entre el recao, el sofrito, el caldero, el orégano y el cilantro.  Me encanta”, dice Leonardo con palpable entusiasmo.  Su padre, según comenta, es el que está al mando de la cocina.

En el restaurante, las personas conversan y comen con entusiasmo en un salón comedor largo y algo angosto, decorado con antigüedades, muebles coloniales y fotos antiguas de Miramar sacadas del Archivo Histórico.  La estructura histórica que lo alberga fue por muchos años un hotel importante de la zona, y aún conserva el encanto añejo del sector sanjuanero.  El fresco que entra y sale libremente por los ventanales del local hace de cada cena una experiencia placentera, y los comensales pueden asimismo disfrutar sus platillos en la acogedora terraza.

Nuestra experiencia

Visitamos Casita Miramar un viernes a las 6:30 p.m.  Estacionamos en la calle contigua al restaurante, pues no cuenta con parking.  Entramos, y aún sin identificarnos, todo fluyó a pedir de boca: nos refrescamos con un jugo natural de toronja, la mesera nos recitó el apetitoso menú de la noche y entramos en el calor de la cena con bacalaítos y una sopita de pollo, el preámbulo cortesía de la casa. 

La comida típica fluyó a lo largo de la velada en porciones bondadosas y la amabilidad desbordante del personal.  Leonardo se movía de mesa en mesa por el restaurante, en donde ya en una hora no cabía prácticamente un alma, y consentía a los clientes con un plato de arroz pegao o una probadita de algún trago de la casa.  Concluimos la degustación con broche de oro, brindando con un palito del popular chichaíto, un digestivo de anís y ron con granos de café.

Nuestros favoritos

Plato principal  Pollo al caldero con arroz y habichuelas blancas, acompañado con tostones y coronado con una raja de aguacate, $17.50

Plato principal Salmorejo de jueyes con tostones de pana, servidos sobre una hoja de plátano, $19.50

Postre Cremoso majarete espolvoreado con un poco de canela, $7.50

Te sugerimos

Los amantes del jobo no pueden dejar de probar el Jorobo, un coctel que mezcla vodka con jugo de esta fruta agridulce.  Los clientes asiduos del restaurante ya lo han convertido en el trago favorito de la casa, $8.

Para dos por menos de $50.

Leonardo Pérez, propietario del restaurante, recomienda:

Jugo de jobo, $5

Jugo de toronja, $5

Platos principales

Carne guisada con arroz, habichuelas blancas y chorizo, $14.50

Berenjena con bacalao, $18

Postre

Majarete (generosa porción para compartir), $7.50

Calificación

Ambiente.

4 estrellas

Calidad

4 estrellas

Presentación

3 estrellas

Servicio

4 estrellas

Accesibilidad

3 estrellas

Estacionamiento

1 estrella

Cómo llegar

Toma la ave. Ponce de León y dobla a la izquierda en la ave. Miramar, que queda justo después del cine Fine Arts.  Verás el rótulo del restaurante también a la izquierda, en la primera cuadra.  Horario: miércoles a sábado, de 6:00 a 10:00 p.m., y domingo, de 4:00 a 9:00 p.m.  Para detalles, llama al 787-200-8227.

Déjate sentir

Si te encanta la gastronomía, podrías acompañarnos a reseñar un restaurante. Escribe a yosoyph@primerahora.com o al P.O. Box 2009, Cataño PR 00963-2009 y dinos por qué serías el candidato ideal.