Lo que ocurre en el salón de belleza allí se queda.

Con la mayor secretividad, muchos hombres acuden a las peluquerías del país para ocultar sus calvicies con piezas de cabello humano. Entonces, se establece un pacto de silencio entre el peluquero y sus clientes.

El estilista Delfín Olmos, de Miranda: The Style Lounge, en Condado, asegura que “un sinnúmero de clientes” utiliza estas piezas de cabello humano que se colocan con pega y cinta adhesiva en el cráneo o el cuero cabelludo.

“Hay muchos más de los que tú te crees. Hay un mercado bastante amplio. Lo que pasa es que es una cosa privada. Eso es un secreto que nadie debe saber. Eso es entre el peluquero y el cliente”, explica y añade que “ellos hacen ver que sólo han ido (al salón de belleza) a recortarse”, observa el experto.

El estilista opina que la razón principal que tienen los hombres para recurrir al uso de estas piezas es la vanidad. Tanto los hombres jóvenes como los mayores se sienten más atractivos y juveniles con cabello en la corona de su cabeza.

No cabe duda de que el varón contemporáneo tiene mucha pero que mucha suerte, pues la oferta de accesorios para ocultar la calvicie ha evolucionado mucho desde sus comienzos, pues hace 20 años se vendían pelucas que cubrían la cabeza completa, con patillas incluidas. “Ahora, todo es tan moderno que pueden ser como el tamaño de la palma de la mano”, explica el experto.

“Yo, como especialista en belleza, pienso que las pelucas para caballeros están old fashion. No importa que tan grande sea tu calvicie, necesitas una pieza (de cabello) y no una peluca que llegue hasta las orejas o al cuello”, advierte.

Más costosas pero mejores

Olmos explica que existen las piezas de cabello natural y las sintéticas. El estilista recomienda las primeras, pues no brillan en exceso y tampoco son opacas.

“Se busca cabello similar al del cliente. Una vez que tú lo unes al cabello natural, no puedes distinguir cuál es el pelo de mentira. Hasta tu mejor amigo no puede notar que las tienes”, afirma y añade que por dichas razones “son un poco costosas”, pues sus precios comienzan en los $300. Dichas piezas “vienen desde lacias hasta onduladas”, con canas y destellos.

Al ser de cabello humano, se pueden lavar con shampoo y acondicionador, se les puede poner cremas, fijador y pasarles la secadora. Además, tienen una duración de ocho meses a un año; se pueden mojar e, incluso, se pueden hacer ejercicios con ellas puestas.

Por otro lado, existen también las piezas sintéticas (hechas de plástico), cuyo único beneficio es su bajo precio. El estilista explica que “te pueden costar $20, pero son horribles” porque se ven opacas, se ven “fuera de control” y no tienen la misma textura del resto del cabello, por lo que “todo el mundo se va a dar cuenta de que ese pelo no es igual al que tú tienes”.

Según el experto, dichas piezas sólo se deben usar para actuar en obras de teatro y no para el diario vivir.

Mantenimiento 

El estilista Delfín Olmos recomienda que el postizo se remueva de la cabeza una vez al mes para limpiar la cabeza y  retirar los residuos de pega o cinta adhesiva del cráneo y recortar el cabello que haya crecido.

La cantidad de tiempo para remover el postizo también dependerá de cuán grasoso sea el cuero cabelludo del hombre y de si hace calor o no.

Ayuda profesional 

El estilista Delfín Olmos  sostiene que, a pesar de que existen piezas especializadas para la venta de postizos, piezas de cabello y pelucas, “no es recomendable que el cliente vaya a comprarlas solo”. 

Olmos recomienda a los varones que antes de colocarse cualquier pieza de cabello, acudan a una consulta con un experto en peluquería.

El peluquero especializado en ese tipo de procedimientos, además de colocar la peluca, también adiestrará al cliente para que le provea un mantenimiento adecuado al producto, le enseñe cómo peinarlo y cómo colocarlo bien. “Nosotros adiestramos al cliente para que cuando no estemos nosotros, él se pueda desenvolver”. 

Por otro lado, si la pieza de cabello necesita ser recortada, es el estilista quien puede proveerle una terminación natural, pues hay “que conectar ese pelo artificial con el natural. No pueden haber marcas”. De esta forma, el arreglo del cabello lucirá natural. 

Calvicie de patrón masculino

Es el tipo más común de pérdida de cabello en los hombres.

La calvicie de patrón masculino está relacionada con los  genes y las hormonas sexuales masculinas. 

Cada hebra de cabello yace en un agujero (cavidad) diminuto en la piel llamado folículo. La calvicie,  en general,  ocurre cuando el folículo piloso se encoge con el tiempo, produciendo cabello más corto y más delgado. Finalmente, el folículo no forma un nuevo cabello. Sin embargo, los folículos permanecen vivos, lo cual sugiere que es posible lograr que crezca un nuevo cabello.

El tratamiento no es necesario si el hombre se siente    cómodo con su apariencia. Las extensiones de cabello, el uso de peluquines o el cambio en el estilo del peinado pueden disimular la pérdida del mismo. Normalmente, éste es el procedimiento menos costoso y más seguro para la calvicie masculina.

Fuente:   http://www.nlm.nih.gov

Qué se las pongan, pero bien  

El psicólogo Carlos Sosa está de acuerdo con que los hombres utilicen pelucas,  bisoñés o tupés, siempre y cuando se los coloquen bien y con la asesoría de un experto en peluquería.  

“Hay muchos hombres a los  que no les gusta ser calvos y tratan de buscar por todos los medios que les nazcan  pelos y pueden buscar opciones y consideran alternativas como utilizar pelucas o bisoñés como una forma de poder sentirse más cómodos consigo mismos y que se fortalezca su autoestima”, asegura el doctor, quien añade que también existen hombres a los que no les molesta la calvicie y a otros que,  incluso, les gusta. 

El psicólogo opina que “no hay ningún problema en utilizar peluca. Todo lo que ayude a mejorar la autoestima me parece excelente, después de que no se le haga daño a nadie”. 

“Ahora bien, tenemos que tener mucho cuidado porque a veces, al querer corregir este aspecto estético (la calvicie), no utilizamos el servicio de un profesional”, acota y advierte que “muchas veces, lamentablemente, no se dan cuenta de que el modelo (de peluca o bisoñé) que han escogido los hace ver un poquito ridículos”. 

El doctor establece que un profesional en peluquería asesora al usuario  de estos dispositivos para que  proyecte “una imagen de la manera más natural posible”. 

Para citas o consultas con el doctor Carlos Sosa, llama a los teléfonos  787-640-2823 o al 787-755-2402.