Miradas de mujeres glamorosas y un ambiente seductor se confabulan con un menú que provoca la perdición de toda dieta. Y es que la atmósfera sexy que invade cada centímetro de Strip House, así como su sazón, lo distinguen del concepto convencional de un steak house. El primer restaurante abrió en el 2000, en la Gran Manzana, y su éxito propulsó la expansión a nueve locales en los que figuran dos en Puerto Rico. El primero, inauguró el año pasado, en El Conquistador, y el más reciente recibe a su clientela en el renovado Condado Plaza Hotel & Casino.

Ambiente de seducción

Su genésis es fruto de la adquisición de fotografías antiguas del estudio vienés Manasse. Penny Glazer, quien junto a su esposo Peter y a su hijo estableció la cadena de restaurantes, encontró en las fotos de mujeres semidesnudas la inspiración para el restaurante. Al encontrarse con las imágenes, “Penny tuvo el concepto de crear un ambiente de cabaret de la época del charlestón”, indicó Orlando Rivera, gerente general del local.

Un vestíbulo con un gran mostrador delimita la entrada situada en el segundo piso del hotel. A distancia, llama la atención el predominio del rojo, tonalidad que abarca desde el techo hasta las alfombras. De igual modo, hay detalles viriles; el uso de madera oscura, muy bien desplegado en el área de la barra, y el tapizado conservador que recubre muchas sillas.

A espaldas del vestíbulo se vislumbran una barra y una amplia área tipo lounge, que acomoda a unas 60 personas. Al fondo, se encuentra el salón principal, que alberga a unas 125 comensales.

Más allá de la atractiva decoración -que presta a Strip House un aire de grandiosidad-, el local cuenta con una interesante mezcla de música que incluye desde bossa nova, jazz, blues y cha cha cha hasta canciones de Amy Winehouse. El restaurante ofrece dos salones privados -con espacio para 20 y 80 personas, respectivamente- y una cava con cupo para una decena de personas.

El menú

La propuesta culinaria de Strip House, como lo evidencia su menú, es ostentosa, tanto en el tamaño de los ofrecimientos como en los precios. Cabe destacar que todo, hasta el helado, es hecho allí. Los aperitivos, por ejemplo, van de los $10 hasta los $19. En el caso de los platos principales, los precios figuran entre $26 y $88. Los postres están valorados desde $7 hasta $15. El precio de los acompañantes fluctúa entre $8 y $12.

Nuestra degustación de aperitivos constó de camarones jumbo en salsa de coctel ($18), foie gras torchon ($19) y vieiras con mantequilla de trufas y un succotash de edamame y caldo de maíz ($15). Todo estuvo delicioso. Nuestros camarones eran enormes y suculentos. Sobre el tamaño de éstos, Luis Carrasquillo, gerente del restaurante, añadió: “Son casi langostinos; nuestros camarones son más grandes que el tamaño jumbo promedio”.

De otra parte, el foie gras torchon -servido con tostadas de baguette- estuvo exquisito. Sin embargo, nuestras favoritas fueron las vieiras, doradas por fuera y gustosas con el toquecito de trufas, unidas al sabor del edamame y el maíz. Para los que gusten ensaladas, además del platillo de mixed green salad, está el bibb lettuce salad ($15), que incluye vegetales, tomates, tocineta y vinagreta de queso Stilton, y el platillo de tomates con cebolla roja y pepinillos ($14). La oferta de frutos de mar en este renglón también cuenta con bisque de langosta ($14) y clams casino ($13).

Ahora, a las carnes. El menú es un sueño para los que gustan de dietas carnívoras. De esta parte de la carta -en la que se ofrecen New York Strip (16 oz., $43, y 20 oz., $51) Filet Mignon (10 oz., $39, y 14 oz, $44), Rib-eye Steak (16 oz., $40), Bone-in Rib-Eye (22 oz, $44), Chateaubriand (para 2 personas, $86) y Porterhouse (40 oz., $88)- probamos dos: el New York Strip y el Bone-In Rib Eye. Para combinar con las carnes, se ofrecen cuatro salsas: Bernaise, Stilton cheese, Sweet Chili y Borderlaise.

A su arribo a la mesa, notamos que ambas carnes estaban cubiertas por una capita oscura. A primera vista, podría pensarse que la carne está quemada. Pero, aseguramos todo lo contrario. Además de cocida al término indicado, esta crujiente cobertura es el sello de Strip House. La carne se sazona con pimienta en grano y sal de mar para cocinarse a la parrilla. Como parte de la preparación, ésta se coloca a varias pulgadas del fuego, donde obtiene esa textura tostada por fuera que no compromete la jugosidad.

Aunque el New York Strip estuvo bueno, el Bone-In Rib-Eye fue una maravilla. Superjugoso, con el delicioso toquecito tostadito y saladito por fuera, nos encantó. El cerdo Porterhouse fue lo último que degustamos. Con un ligero toquecito dulzón -lo marinan un día antes con azúcar, vinagre de cidra de manzana, pimienta y sal-, lo encontramos muy rico. Cabe mencionar que Strip House también ofrece, entre sus platos principales, langosta (al vapor, a la parrilla o con linguine ($32), costillas de cordero ($44), pollo ($27), atún yellow fin ($32) y T-bone de ternera ($38).

De otra parte, los acompañantes son de tamaño y sabor colosales. De éstos, saboreamos: crujientes papas fritas en grasa de ganso ($11), papas Romanoff ($12), espinacas a la crema con trufas negras ($12) y onion rings ($9). Aquí se nos hace difícil elegir un favorito, aunque podemos decir que las dos opciones de platillos con papas y las espinacas son del otro mundo. Las cebollitas estaban buenas, pero los otros acompañantes son estupendos. Para que tengan idea, la papa crujiente primero se hierve, se forma una bola y se fríe tres veces en la grasa de ganso para estar supercrujiente por fuera y suave por dentro. Las papas Romanoff, primeramente, se hornean, se majan con todo y cáscara para añadirles crema agria y queso añejado, y luego, gratinarlas.

Al hablar de postres, tenemos que advertir que las porciones son monumentales. Un pedazo de bizcocho es suficiente para cuatro personas. Nos dimos tremendo gustazo entre los siguientes: tarta de guineos caramelizados con helado de vainilla ($8), bizcocho de chocolate Strip House ($15) y cheesecake Strip House ($15). La tarta de guineos es sabrosísima y, para nuestro deleite, tenía pacanas en el centro. El bizcocho es toda una extravagancia con 24 capas de chocolate -entre ellas, ganache de chocolate-. Por último, el cheesecake es tan gigante como el pedazo de bizcocho y es bien cremoso. Muchos comensales ordenan, junto con el bizcocho, cuatro bolitas de helado por un costo adicional de $4. Con el cheesecake, se puede pedir una orden de fresas, también por $4. Lo recomendamos, pues la combinación es pecaminosa.

Otro de los indiscutibles atractivos de este espacio es la extensa carta de vinos a cargo del sumiller Marcos Mercado. La selección incluye los productos de más de 50 casas vinícolas de España, Francia, Italia, Chile, California, Alemania, África y Australia, entre otros. Además, el establecimiento ofrece diversas marcas de Scotch, Cognac y brandy, así como licores para complacer todo paladar.

Nuestra experiencia

Llegamos un miércoles en la noche, a eso de las 7:40 p.m., y rápidamente aparcamos en el estacionamiento del hotel Condado Plaza. Aunque no habíamos hecho reservación, en cuestión de minutos nos llevaron a una mesa. A esa hora, el lugar contaba con menos de veinte personas, pero, a medida que progresó la noche, los comensales llegaron a ser unos 60.

En todo momento, el servicio fue atento y ágil. Nuestra mesera tenía amplio conocimiento del menú. Incluso, antes de que reveláramos nuestra identidad, tanto el gerente general como el de piso pasaron por nuestras mesas y las de otros comensales. La espera fue corta, excepto por las carnes, que tardaron un poquito en salir.

Detalles

Strip House se encuentra en el segundo nivel del hotel Condado Plaza y abre de domingo a jueves, de 6:00 p.m. a 11:00 p.m, y viernes y sábados, de 6:00 p.m. a la medianoche. Para los fines de semana, se recomienda hacer reservación.

  • El teléfono es el 787-722-0150.
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    Calificaciones

    Ambiente 5 manzanas

    Calidad 5 manzanas

    Presentación 3 manzanas

    Servicio 5 manzanas

    Estacionamiento 3 manzanas