Tal parece que las burbujas no pueden faltar en las celebraciones navideñas que tanto disfrutamos, al menos, esas que nos hacen cosquillitas en el paladar. De ahí que los vinos espumosos son uno de los grandes protagonistas en los menús de las fiestas de Nochebuena, fin de año, Día de Reyes y, por qué no, hasta de las octavitas.

Según destaca Edwin Alfonzo, director de vinos de V. Suárez, los espumantes se han convertido en sinónimo de festejo, al punto que las celebraciones de esta temporada no serían las mismas sin estas bebidas efervescentes. Así que, sin duda, no es casualidad que sea en diciembre cuando este tipo de vinos se compra y se consume de forma masiva a nivel mundial.

“Cuando se piensa en celebración, se piensa en burbujas, en champán y vinos espumosos. La gente definitivamente los asocia con festejos y momentos importantes”, apunta Alfonzo, quien es miembro de la Sociedad de Educadores de Vinos de América.

El experto destaca que la diferencia clave entre el champán y los vinos espumantes es que el primero se elabora exclusivamente en la región francesa de Champagne, específicamente con las variedades de uva pinot Noire, pinot Meunier y Chardonnay ahí cultivadas.

“Cada zona tiene un área específica de cultivo y unas variedades autorizadas de uvas para utilizar al momento de la producción. Eso pasa en Champagne, Francia; en la región de Cava, España; en Italia, en California, etcétera. Pero para poderle llamar a una bebida propiamente champán tiene que venir de la región de Champagne”, subraya el connoisseur de vinos.

Amigables al bolsillo

Aunque son muchos los que piensan que es prácticamente imposible acceder a botellas interesantes a un precio razonable, Alonzo deja claro que se trata de un mito bien difundido.

De hecho, el conocedor señala que se pueden encontrar vinos espumosos interesantes a partir de los $12.

“Es una falacia que tienen que ser caros para ser buenos. Siempre, al igual que con cualquier tipo de vino, los espumantes se adaptan al gusto de cada persona, no importa el origen, la variedad de uvas ni el precio. No tiene que ver nada con el costo, aunque sí hay que aclarar que se supone que los mejores son los de Champagne, que son más caros y tienen mayor fama”, precisa el conocedor.

En esta página, Alonzo presenta precisamente una variada oferta de estas bebidas a precios tentadores.

Recuerda servirlas bien frías y en una copa tipo flauta, en la que las burbujas puedan subir sin obstáculos. ¡Salud!