Sao Paulo acaparó la atención mundial de seguidores de la moda tras servir de escaparate para exhibir al mundo la visión y el talento de sus diseñadores . Durante la primera jornada del evento, que  inició el pasado viernes, la supermodelo brasileña Giselle Bundchen    desfiló para la firma local Colcci junto  a la actual pareja de Madonna, el también modelo brasileño  Jesús Luz.  

Entre el resto de las presentaciones destacó la sobria colección de baño de Paola Robba, en la que el blanco solo dejó pequeños espacios al rosa y a toques de leopardo y cebra, con algunos pliegues irregulares. Robba puso el contrapunto a la seriedad de sus trajes de baño adornando a sus modelos con  cadenas y piezas de bisutería, en un estilo casi hip-hop.

Las gigantes hombreras y los amplios vestidos de colores ácidos fueron los dos elementos centrales de la colección de Alexandre Herchcotvich. El modisto  mezcló satén y encaje con tejidos deportivos, en un desfile en el que también mostró siluetas ajustadas en las piernas, al estilo de los jugadores de fútbol americano.

 Una recorrido a los años 80, con ricos colores y cinturas bien marcadas con cinturones de diferentes formas y materiales, fue lo más destacado de lo que presentó Cori como la mujer que ve en el próximo verano.

El sello  Iódice   favoreció  vestidos cortos de materiales ligeros y en muchos casos con muy reveladoras transparencias. Las modelos además lucieron  collares de perlas y conchas de colores con muchas vueltas y muy pegados al cuello. Otras colecciones muy esperadas del evento fueron las de  María Bonita, Formu Tufi Duek, Huis Clos y Cia., Marítima, Osklen, TV.Rom y Uma Raquel Davidowicz.

Un suceso que destacó esta edición de otras fue la protesta organizada por  Yemaltena Barbosa, de la sociedad franciscana Educafro, a las puertas de la feria de la moda de Sao Paulo,  para “mostrar al mundo entero que los negros quieren participar”. La franciscana incluso señaló que negros e indígenas deberían tener una cuota de la mitad de los modelos, ya que, para ella, “un diez por ciento es poco para el porcentaje de negros que existe en Brasil”. La polémica de las cuotas de modelos negros surgió tras exigir   la semana pasada al Ministerio Público la contratación de un número específico de modelos negras e indígenas en las pasarelas brasileñas.