A Jesús López Texidor le gustaba jugar con los pedazos de madera que descartaba su padre en la ebanistería, mientras inventaba herramientas y dibujaba por largas horas. Así creció este artista ponceño, a quien buscaban desde que era estudiante para que delineara las camisas de las clases graduandas.

Su pasión por el arte lo llevó a diseñar ropa en la cual pintaba sus creaciones. Hasta que quiso probar con la confección de gafas de madera, pero se dio cuenta que el producto no tendría salida ya que la competencia a nivel cibernético no equiparaba el esfuerzo.

Así que se internó en el taller de trabajo y de tanto intentarlo, creó una visera de madera y una empresa que ha cautivado el mercado local e internacional. Se trata de Wood Brand, un taller creativo para jóvenes diseñadores cuyo enfoque es la calidad artística, más allá del aspecto monetario.

“Me encantaba tanto la madera que, al desistir hacer las gafas, quise probar poniendo la madera en ropa, en camisetas con el parcho de madera y en uno de esos prototipos me salió la visera de la gorra. Así que ya tenía una idea de lo que quería hacer, pero vino el huracán (María) y nos quedamos sin trabajo, se paralizó todo, no tenía electricidad”, recordó López Texidor, que tiene 33 años y es padre de tres niños.

Sin embargo, Jesús no se detuvo ante la adversidad, sino que comenzó a recoger los pedazos de madera que estaban por todos lados para rendir tributo a los árboles caídos, mediante una obra que perpetuaría su existencia.

“Al llegar la electricidad, tenía tanta madera que quería hacer tantas cosas, pero hasta que logré usar la madera que se cayó y la incorporé en la visera. Ahí se creó el producto final que es con la visera de madera de aquí”, dijo Jesús, quien capitanea la empresa junto a su amigo y especialista en Mercadeo, Iván Yuye Rodríguez.

Este ponceño comenzó a llevar consigo las gorras que hacía, no para venderlas, sino como parte de su vestimenta. Pero el impacto que tuvo fue mayor al esperado.

“Mi circulo de amistades, compañeros de trabajo y familia, me las ponía para las actividades y la gente me las empezó a pedir y así comencé a venderlas. Entonces, cuando entra Iván creo el Facebook y la página de la tienda, de ahí fue que explotó la cosa y eso voló hasta las nubes”, expresó el artista sobre la empresa que registraron hace ocho meses y cuenta con 14 colaboradores.

“Nosotros generamos un producto completamente boricua, de materia prima local, natural y sostenible. Combinándolo con las nuevas tendencias de la moda”, indicó el diseñador y barista.

De esa manera, diseñaron varias colecciones con productos artesanales limitados, cuyo auge ha creado expectativa en el mercado. Eso ocurrió en octubre tan pronto lanzaron la línea Urban LAB, del artista ponceño Juan “Manwee” Cornier. 

A solo 24 horas desde su lanzamiento en El Vagón Bar & Tapas de Ponce, ya se habían vendido las 25 gorras de esta colección bautizada como ‘La urbe’, la cual resalta las casitas aledañas al casco histórico de Ponce en estilo grafiti. El producto está numerado, se entrega en una caja de madera con el logo tallado y contiene certificado de autenticidad que confirma “que eres propietario de esa obra de arte”.

“Estas casitas que pinté en las gorras son del sector Tamarindo, y a cada persona que compre la gorra se le dará una pequeña acuarela que es obra mía, cada obra es distinta. Lo que me toca ahora es reclutar más gente para que me sustituya y me gusta porque parte de lo que se recaude se donará a un proyecto de impacto social”, destacó Manwee Cornier, quien estudió Diseño Industrial en la Escuela de Artes Plásticas de San Juan.

Pero Manwee no se caracteriza por la plástica, más bien, ha hecho su nombre como grafitero, enfocado en la crítica social. De hecho, durante su participación en el lanzamiento de la marca, este artista dio rienda suelta a su ingenio e hizo un impresionante mural.

“Donde me pulí fue en la calle con los grafiteros, pero mi grafiti no es para marcar territorio, sino es un grafiti pueblerino en el que hago denuncia. Cuando recurro a una pared. lo que plasmo es la cotidianeidad de donde yo soy, de Ponce, y es lo que quiero que la gente se lleve, el colorido, el alma, las líneas, la escena de Ponce”, confesó Manwee, también cantante de música urbana.

Mas el deseo de López Texidor es continuar con la creación de otras colecciones, mientras hilvanan estrategias que les ayuden a levantar la sociedad puertorriqueña.

Para detalles puede acceder a woodbrandpr.com, o como @woodbrandpr en las plataformas sociales de Facebook e Instagram.