Hasta Shakespeare las mencionó en su obra Hamlet, cuando el personaje del príncipe observó que cierta dama estaba "mucho más cerca del cielo", ya que había "crecido notablemente" desde la última vez que se habían visto. Y es que el monarca se refería a las estupendas plataformas que le daban altura a la cortesana.

Claro que las de entonces, no eran zapatos en sí, sino que se usaban por encima del calzado.

Más aún, las plataformas de hoy día son tan diferentes de las de los 1600 como de las de los 1970, cuando -al son de música disco- entre afros y suelas aumentadas, cualquiera medía más de seis pies.

El calzado moderno que nos eleva, literalmente, a una nueva dimensión, goza del favor de divas como Jennifer López , Victoria Beckham y actrices como Sienna Miller, Kate Bosworth y las gemelas Mary Kate y Ashley Olsen. Y, por supuesto, las plataformas de ahora también son muy favorecidas por casas de moda como Calvin Klein, Versace, Max Azria, Yves Saint Laurent y Fendi, entre otras.

De otra parte, los estilos y los materiales son tan variados como los gustos. Predominantes en el calzado de otoño la gamuza, el charol y las imitaciones de piel de pitón y cocodrilo. Además, la ornamentación no se queda atrás y cobran importancia las cremalleras, studs y otros tipos de chapas y acentos metálicos.

Cabe destacar que muchas plataformas las llevan disimuladas integrándolas a la parte interior del zapato. También las hay con taco de cuña o de un delgadísimo tacón stiletto. Otros diseños, en cambio, demarcan la plataforma de manera abiertamente más distintiva, ya sea recubriéndola con un material o un color distinto al del resto del calzado.

A la hora de llevarlas, la moda actual favorece el uso de minifaldas, pantalones estrechos y faldas tubo. Cualquiera que sea tu estilo predilecto, una cosa es de suma importancia: las plataformas hay que saberlas llevar para no dar traspiés innecesarios. De modo que escógelas de una altura que te resulte cómoda y manejable.