Como bien sabemos, la piel es un órgano muy sensible que necesita ser tratado con sumo cuidado. El microbioma presente en la superficie de la piel requiere de un equilibrio que es necesario mantener. Por eso la importancia de hacer un buen cuidado y tratamiento de nuestra piel en casa. Nuestro microbioma está formado por miles de microorganismos que viven en la piel –conocidos como flora cutánea– y mantenerlo equilibrado, diverso y sin alteraciones es clave para determinar su aspecto, ya que ayuda a proteger de forma natural la piel de organismos nocivos, controla su pH y colabora en la producción de nutrientes y lípidos esenciales.

Para mantener el equilibrio y la diversidad natural del microbioma no solo es fundamental llevar a cabo una rutina de limpieza correcta, sino hacerlo con los productos apropiados en función de las necesidades concretas de cada persona. Por eso, al hacer un spa facial en casa debe tener en cuenta que no todas las áreas del rostro son iguales ni tienen las mismas necesidades, por lo que el tratamiento de zonas específicas maximiza los beneficios del cuidado de la dermis.

Por ejemplo, el contorno de ojo es más fino y delicado y tiende a perder humedad más fácil y rápidamente que el resto de la cara, o las mejillas, que tienen poros más grandes, lo que provoca una piel grasa o brotes. La línea de la mandíbula también podría ser esa zona problemática que alberga todo el acné hormonal.

Piel bonita y firme

El cuidado de la piel es el gran motivo de preocupación para las personas, en especial para las mujeres. Con el paso de los años, la dermis del rostro comienza a perder elasticidad, luminosidad, las arrugas comienzan a marcarse y hasta pueden aparecer las primeras manchas. Llevar a cabo una rutina de cuidado diario es fundamental si lo que quieres es mantener una piel bonita y firme durante más tiempo. Para eso, el centro de estética español Germaine Goya explica qué le ocurre al cutis y da recomendaciones pensadas para diferentes tipos de piel, para hacerle frente a los signos de envejecimiento y volver a lucir un aspecto natural y seductor.

1. La flacidez genera pérdida de firmeza. Las fibras que sostienen la piel disminuyen y se reduce la concentración de elastina y colágeno, generando menor elasticidad y resistencia de la piel. Es recomendable usar un rodillo facial para mejorar la elasticidad de la piel y restaurar la actividad celular. También favorece la circulación sanguínea y acelera el metabolismo.

2. La deshidratación por déficit de agua en la epidermis es otro signo común a causa de factores como el clima, el tabaco, la falta de líquidos e incluso una mala alimentación.

3. La desnutrición o sequedad de la piel se manifiesta al disminuir las glándulas sebáceas, encargadas de sintetizar el sebo y lubricar y proteger la superficie de la piel. Independientemente del tipo de piel, el rostro puede resecarse en cualquier momento.

4. A partir de los 40, los pigmentos se alteran y salen las primeras manchas debido, normalmente, a una previa y excesiva exposición solar en las zonas más visibles: el rostro, el cuello, el escote o los hombros.

5. Uno de los signos que más delatan la edad son las arrugas. Estas líneas de expresión formadas en el entrecejo, la frente o el contorno de los ojos se acentúan con los años a causa del resquebrajamiento de las fibras de las dermis. Son la consecuencia de la disminución del colágeno y la falta de elasticidad, entre otros. Se recomiendan masajeadores para el contorno de ojos que reducen las ojeras, la hinchazón y favorecen la absorción de productos para el cuidado de la piel.

6. La utilización de cremas con SPF de 25, 30 o 50 (dependiendo del tipo de piel) puede suponer un 80 por ciento de tu rutina diaria para luchar contra el envejecimiento prematuro de las zonas más sensibles y expuestas a todo tipo de radiaciones y radicales libres.

7. La limpieza es vital para el mantenimiento de la naturalidad de la piel. Usar un gel limpiador o jabón facial con el cepillo de limpieza facial giratorio es la mejor opción para abrir los poros, recuperar la frescura de la piel y eliminar la suciedad depositada en cara durante la jornada.

8. Asimismo, se debe hacer especial hincapié tanto en la hidratación externa como en la interna. Beber al menos dos litros de agua al día ayudará a mejorar y ganar la firmeza, la elasticidad y la luminosidad perdida.

9. Los tratamientos antiedad son los mejores aliados para reducir las marcas. Usa cremas y suplementos ricos en vitaminas C, como los sérums, o en ácido hialurónico, como los contornos de ojos, para mantener hidratada la zona y aumentar su volumen.

10. Dormir bien es fundamental para que la piel regenere. Se recomienda hacerlo durante 7-9 horas diarias, ya que los signos del cansancio se reflejan en el rostro mediante la aparición de arrugas, bolsas y ojeras y un tono de piel más apagado.