La sensación de moldear el barro hasta transformarlo en arte es el motor que impulsa a la artesana Glenda Ojeda Fradera a crear hermosas piezas que rinden tributo a la cultura puertorriqueña.

Sin pretenderlo, la fémina de 49 años, quien se desempeña como profesional de la seguridad pública, descubrió su pasión a través de un encuentro incidental en la Liga de Arte, a donde fue a acompañar a un familiar en 2010. Desde entonces quedó cautiva de un renglón artesanal que le ha permitido convertir el material arcilloso en impresionantes figuras alusivas a reyes magos, quijotes, santos, muñecas y estampas típicas.

“Mi experiencia inició cuando fui a acompañar a un familiar a la Liga de Arte y dentro de las alternativas vi una clase de barro. Me entusiasmé con lo que vi. Honestamente, fui por entretenimiento, porque no vengo de una familia de artesanos. Pero me gustó tanto que de ahí seguí tomando clases hasta ir perfeccionándome. Luego me certifiqué”, expresó la artesana guaynabeña.

Sus primeros trabajos fueron las vasijas, “cosas redondas sin forma, modelados a mano, pero nada en específico. Solo haciendo cosas, buscando mi pasión”.

Así continuó elaborando tiestos, jarrones y otros objetos decorativos que engalanan el hogar, esto mediante la utilización de “un material arcilloso moldeable que se endurece luego de la cocción, dando vida a figuras y esculturas menores”.

El resultado de su labor artesanal motivó a esta fémina a montar un taller donde continúa confeccionando impresionantes piezas, “en su tiempo libre”.

“Hago los quijotes, reyes magos, estampas típicas, básicamente lo que me pidan. Hago muñecas, hago ángeles. También hice un San Sebastián, con todo y sus detalles”, manifestó al señalar que “mi fuerte son los quijotes”.

Igualmente, mencionó que la pieza más complicada, en términos de tiempo, son los reyes magos.

“Los hago constantemente. Me toman más o menos dos horas de moldearlos, depende de la complejidad. Como esa pieza conlleva tres figuras me toma más tiempo, cerca de dos horas (cada uno). Cada pieza, aunque es parte de una misma, lleva sus colores y complejidad” añadió.

Al explicar el procedimiento para moldear sus obras, Ojeda Fradera expuso que, “el barro viene en una barra de 25 libras. De ahí lo vas modelando, cortando y modelando lo que tú quieres hacer”.

“Cuando lo tienes, le vas dando los detalles y pones la pieza a secar. Luego que los hago hay que darle tiempo de secado, que puede tardar un día o dos días, depende de cuán compleja sea la pieza. Entonces pasa a una primera quemada en un horno especializado para este tipo de material”, apuntó.

“Luego se pinta con pintura especial para ese tipo de horno. Después que se pinta, se coloca nuevamente en el horno y de ahí es que sale esa pintura brillosa. Por lo que una pieza te puede tomar de cuatro o cinco días. Es todo un proceso”, resaltó.

Glenda ha confeccionado sobre 400 obras desde que inició en 2010. Destacó que, la mayoría de sus trabajos son por pedidos, en un principio de familiares y amigos que apoyaron su gesta artesanal. No obstante, fue una invitación a la feria de artesanías de la Guardia Nacional de Puerto Rico, realizada en el Campamento Santiago en Salinas para el 2012, lo que impulsó su obra a otro nivel.

“En esa feria lo vendí todo y cogí muchas órdenes. Desde ahí no he parado. En ese 2012 todo se vendió. He continuado con órdenes porque el barro me apasiona”, concluyó.

Para detalles: 787-616-8064.