Un diagnóstico de cáncer, seguido de un duro proceso de recuperación, que incluyó ocho quimioterapias y 36 tratamientos de radioterapia, se convirtieron en la fuerza de la villalbeña, Carol Stella, para encaminar una iniciativa de asistencia, ayuda y orientación a pacientes que enfrentan la enfermedad.

Como sobreviviente de cáncer de mama, Stella, de 53 años, vivió en carne propia las dificultades de buscar ayudas y realizar gestiones cuando su vida pendía de un hilo. Esa experiencia y su agradecimiento “por estar viva” la motivaron a encaminar el proyecto.

“El proceso de quimioterapias, no les miento, cada una la lloré. Era el momento más íntimo que tenía con Dios. Esa sangre colorá yo la veía como la sangre de Cristo que entraba en mi cuerpo. Esto me enseñó a amar la muerte como se ama la vida. Yo soy bien creyente de que, si Dios nos ha ofrecido una vida eterna, tiene que ser mucho más linda que esta. El cáncer fue un proceso que me ayudó a sanar y a perdonar y aprender a ver la vida que no todo es material”, dijo.

“Cuando te tocan el hombro y te dan el diagnóstico de una palabra tan fea como lo es cáncer, a uno se le vienen muchas cosas feas a la cabeza. Cuando yo comencé con esto mi hijo tenía 10 años y yo solo le pedía a Dios verlo graduarse de sexto, después le pedí verlo graduarse de noveno y de cuarto año. Dios me dio la dicha de verlo graduarse de universidad, ¿qué más le puedo pedir a la vida? Que me dé vida para seguir haciendo lo que me gusta que es ayudar a las personas. Al cáncer no lo amo, pero amo todo lo que me dejó”, agregó Stella cuyo diagnóstico de cáncer se dio en febrero de 2007.

Cinco años más tarde, ya recuperada de su enfermedad, Stella se convirtió en un enlace entre las pacientes y entidades que podían ofrecerles ayudas, ya fueran sicológicas, físicas o de algún servicio que requirieran mientras le hacían frente a esta temible condición. Además, organizaba clínicas de salud y de mamografías en Villalba, Adjuntas, Jayuya, Yauco y Peñuelas.

“Para mí era como un sueño poder servir de enlace entre pacientes y organizaciones porque, como paciente que fui y hoy como sobreviviente, sé cuán difícil es obtener ayuda para costear el tratamiento. Yo creo que los sueños se hacen realidad cuando los contamos y, gracias a la generosidad de Elides Bonilla, dueña de las Farmacias San Antonio, que creyó en mí y me permitió un espacio en su farmacia para brindar los servicios, allí estuvimos durante cuatro años”, explicó Stella, quien ha impactado sobre 200 pacientes de cáncer con sus servicios. No obstante, este proyecto tuvo una pausa que se extendió debido a la pandemia, pero desde febrero de este año, Stella está nuevamente a la carga. Esta vez, se le presentó la oportunidad de retomar ese proyecto de amor desde otra sede: el Caribbean Cancer Care Services en Ponce.

“Hacían varios años que no estábamos corriendo el centro, pero nunca me quité. Siempre aparecían pacientitos buscando mis servicios. Hasta que en diciembre (2021) mi oncólogo me permite una oficina y desde febrero (2022) estamos trabajando”, comentó la coordinadora de servicios, quien a través de la Fundación sin fines de lucro Absolute Cancer Relief Fund gestiona prótesis de senos, brassier, pelucas, material desechable para pacientes con colostomía o urostomía, además de ayudas económicas para deducibles en diferentes exámenes, laboratorios y tratamientos. Con este nuevo comienzo, Stella anhela ser esa mano amiga que se extiende para estas personas que son diagnosticadas y comienzan una dura batalla.

“Luego de dos años, surge la oportunidad de volver a lo que me encanta y disfruto que es servir al prójimo ante un diagnóstico de cáncer. Poder ayudarlos a que este peregrinar sea menos pesado. Como sobreviviente que soy, hay un sentimiento. En una ocasión a mí como paciente me preguntaron: ‘¿Qué tú quieres escuchar de mí?’. Y yo le dije: ‘Nada, yo solamente quiero un abrazo’. La idea es decirle al paciente, ‘yo estoy aquí para ayudarte, vamos a dar la batalla, vamos a dar esa lucha agarraditos de papito Dios’. Si yo pude, ¿cómo los demás no van a poder? Mientras yo pueda dibujar una sonrisa en un paciente de cáncer, yo he ganado. Mi misión es esa, poderlos ayudar, poderles dar ese abrazo que muchas veces estamos esperando”, dijo la sobreviviente, quien asegura que ante su diagnóstico aprendió “que mi fe era más fuerte que él (cáncer) y aquí estoy viviendo”.

Para participar de los servicios que brinda Carol Stella, pueden visitar el Edificio Parra oficina #607 en Ponce, en las instalaciones del Caribbean Cancer Care Services. También pueden llamar al 787-609-3863.