La mayoría de los propósitos cada comienzo de año se relacionan con ejercicio, alimentación, desarrollo profesional e, incluso ,dinero. Es importante, sin embargo, que el cuidado y la salud de la piel formen parte de ese listado.

Expertos comparten sus recomendaciones para poner en práctica ese cometido.

El infaltable protector solar

De acuerdo con un estudio de la compañía de dermocosmética española Isdin, solemos estar al aire libre y expuestas al sol más de dos horas al día, durante los fines de semana y en vacaciones. El mismo informe, para el que se encuestaron más de 17,000 personas, estableció que el 82 por ciento usa protector solar a diario y se preocupa por el cuidado de la piel.

“La fotoprotección es el hábito más importante cuando hablamos del cuidado de la piel; no podemos olvidar que el 80 por ciento del envejecimiento se da por este factor”, dice Natalia Leaño, gerente de producto de Isdin “No importa si estamos en casa o si el día está nublado, debemos protegernos todos los días, cada dos o tres horas y con productos adecuados para cada tipo de piel para prevenir, incluso, cáncer de piel “.

Desmaquillar y limpiar

La piel necesita respirar durante la noche para poder producir las vitaminas y minerales que requiere. Desmaquillarnos bien es una costumbre que deberíamos seguir todas las noches para evitar daños irreversibles, alergias e incluso el envejecimiento prematuro.

Manuela Espinal, experta en belleza, afirma: “La rutina que recomiendo para tener una piel radiante es nunca acostarnos a dormir maquilladas. Debemos siempre limpiar, y con esto me refiero a productos que limpien y desmaquillen, que, aunque suene parecido, no es lo mismo. Los productos que desmaquillan no retiran las impurezas, por eso es necesario usar geles o leches limpiadoras; así la piel puede respirar y regenerarse en la noche”.

Sobre este mismo punto, Natalia Leaño asegura: “Otro hábito muy importante es la limpieza. Debemos limpiar nuestra piel en la rutina de la mañana y de la noche. De nada sirve aplicar una cantidad de productos si no tenemos la piel limpia y preparada para recibirlos adecuadamente”.

Brochas y esponjas

Otra costumbre recomendada es el lavado de las brochas, pinceles y esponjas que utilizamos a diario, al menos una vez por semana. Debido a que su uso es constante y tienen el contacto directo con los productos de maquillaje, estos van acumulando polvo y suciedad que debemos evitar llevar a la cara y así prevenir los brotes de acné y puntos negros.

Después de cierto tiempo también es importante renovar los productos de maquillaje, pues tienen una fecha de caducidad. También se aconseja cambiar las fundas de almohada al menos dos veces por semana. Esto también ayudará a evitar el acné, puntos negros e incluso líneas de expresión.