Para muchas, la vida cambió desde que comenzó la directriz de estar en cuarentena por el coronavirus COVID-19. Esto se tradujo en mudar el lugar de trabajo a nuestra casa, y extender las horas frente a la computadora y con el celular en la mano.

Además de la contaminación que se produce en exteriores e interiores, también se habla de un tercer tipo vinculado a las nuevas tecnologías. Se trata de la contaminación digital, la cual es producida por la luz azul (HEV) que emiten las pantallas de las tabletas, teléfonos inteligentes, computadores y del televisor y penetra profundamente en todas las capas de la piel.

En un artículo reciente publicado por El País de España se afirmó que esta radiación del espectro lumínico vendría a ser un 30 por ciento de la radiación que el sol emite entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde. En otras palabras, este tipo de contaminación tiene un impacto directo y visible en la piel como deshidratación, pérdida de luminosidad, sensibilidad y envejecimiento prematuro.

Por eso, la dermatóloga Luisa Galindo recomienda: “Durante el teletrabajo es importante hacer pausas activas, hidratarse bien y hacer snacks saludables. También seguir cumpliendo horarios de sueño para que la piel se recupere y esté saludable”.

Protección e hidratación

Así estemos trabajando o estudiando desde casa, no podemos olvidar que para tener una piel saludable es necesario tener buenas rutinas de belleza como limpieza, hidratación y protección.

“Ahora que estamos mucho más conectados, debemos tener en cuenta la protección”, afirma Paula Madrigal, gerente de Sisley Paris en Colombia. “Lo ideal es que todas las mañanas aunque no salgamos de casa, hidratemos la piel y usemos protector solar porque está demostrado que la luz azul está provocando manchas en la piel y envejecimiento prematuro. El protector solar también debe ser algo de primera necesidad”, agrega.

Por su parte, Manuela Espinal Samper, experta en belleza, asegura que la luz azul es igual de dañina a la luz del sol y por eso los bloqueadores solares funcionan para protegernos tanto en exteriores como en interiores. “Para una piel hidratada y saludable lo más importante es protegernos del sol y saber que los lugares cerrados tienden a resecar la piel. Por eso es importante hacerse mascarillas hidratantes”, comenta.

“Mi mascarilla casera preferida para hidratar es la de avena y miel –dice la experta–. La avena calma, hidrata y ayuda a controlar la producción de sebo de la piel. La miel es un excelente antioxidante. Limpia, aclara y protege la piel de los agentes externos como la polución”.

Limpieza del rostro

Según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica las manos reúnen más de 100 tipos de bacterias que pueden eliminarse con el óptimo lavado con agua y jabón.

De acuerdo con las medidas de prevención de contagio que indicó la Organización Mundial de la Salud, evitar el contacto de las manos con la cara impide la propagación del COVID-19 y el contagio del mismo. ¿Pero entonces cómo se pueden eliminar las bacterias de la piel y hacer una adecuada limpieza sin tener el contacto con las manos?

Natalia Leaño, gerente de producto de Isdin, asegura que la limpieza se debe hacer en la mañana y en la noche. “Para esto, muchos usan aguas micelares que ayudan a remover maquillaje e impurezas que se van acumulando durante el día o la noche. Usualmente creemos que la solución micelar es solo para desmaquillar, pero hay unas que limpia, hidrata y tonifica la piel entonces no es necesario hacer doble limpieza”.

Además de cuidar el rostro, las expertas consultadas coinciden en que se deben hacer rutinas de hidratación en las manos y los labios. “No debemos olvidar proteger nuestros labios ya que además de la radiación, estos se deshidratan y se resecan. Para eso podemos usar fotoprotectores y reparadores labiales”, complementa Natalia.