Explorar el universo no fue precisamente lo que se propuso la doctora Mayra Lebrón cuando salió del pueblo que la vio nacer para encaminar su carrera universitaria.

Apenas había iniciado estudios en psiquiatría cuando al tomar el curso de física, la maunabeña quedó fascinada con la experiencia y decidió cambiarse al programa de Física aplicada a la Electrónica.

Ahí comenzó a forjar el camino que la ha llevado a convertirse en una respetada especialista en física y astronomía con grandes experiencias como investigadora en lo que fue el Observatorio de Arecibo, además de colaborar con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés).

Lebrón es, además, profesora del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, donde, de hecho, recientemente logró que la NASA le aprobara una subvención de $1 millón a través de la propuesta “Allanando el camino para la investigación astrofísica en Puerto Rico”. El proyecto permitirá que profesores y estudiantes adquieran experiencia en análisis de datos infrarrojos, lo que resulta esencial para hacer futuras investigaciones astrofísicas.

Al repasar su trayectoria, Lebrón deja claro dónde están sus raíces y el orgulloso que siente por su gente de Maunabo.

“Mi familia es de Calzada, nosotros crecimos en el pueblo, así que me la pasaba entre el pueblo y Calzada porque allí está la mayor parte de los Lebrón. Estudié en la escuela elemental José C. Navarro y para la intermedia y superior en la escuela Alfonso Casta Martínez”, contó.

“En mi época no había casi escuelas privadas, así que ricos y pobres todos íbamos a la escuela pública; estábamos todos juntos, no había división de grupo. Allí nos formamos y creo en eso, en una escuela para todos”, expresó la doctora, quien completó su bachillerato en Física aplicada a la Electrónica en el Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico (UPR); obtuvo su maestría y doctorado en el Instituto de Astronomía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y completó estudios postgraduados en el Instituto Max Planck de Radioastronomía en Bonn, Alemania.

A pesar de haber recorrido muchas partes del mundo en su proceso de crecimiento, esta científica de 52 años, asegura que eso no fue planificado, sino que se trató de experiencias que la llevaron por nuevos senderos.

“El mundo uno lo va descubriendo. Al venir de un pueblo pequeño todo es más simple, pero a la vez más profundo porque logras apoderarte de los espacios, te movías por los barrios, conocías a todo el mundo y me sentía libre de explorar ese espacio que tenía”, dijo. “Cuando llegué a la universidad, pues era un espacio más grande, otros pueblos, otra gente. Entonces se fue abriendo un poco el mundo que uno tiene a su alcance. Entonces, cuando me fui a estudiar a México, pues lo mismo, y vas abriendo mundo. Así fue como se me fue presentando, no era que yo pensaba: ‘ahora voy a irme por el mundo’, no. Sino que me sentía que tenía que dominar el espacio donde estaba. No era que yo tenía expectativas de ver más allá, sino que se fue expandiendo mi horizonte”, reflexionó Lebrón.

Pero algo sí siempre tuvo claro: regresar a su Isla. Y así lo hizo. Para el 2003, entró a laborar como investigadora del grupo de radioastronomía del Observatorio de Arecibo, convirtiéndose en la primera persona (hombre o mujer) puertorriqueña, contratada en el plantel científico de astronomía del Observatorio, en sus 55 años de historia.

Ya en el 2008, la maunabeña pasó a trabajar como catedrática asociada en la UPR de Río Piedras. Desde entonces, se desempeña en la Facultad de Estudios Generales, en el Departamento de Ciencias Físicas y brinda el curso de Astronomía en la Facultad de Ciencias Naturales.

“Hacemos observaciones con radiotelescopio. Nuestros proyectos están asociados a los instrumentos o telescopios que tiene la NASA y, a través de las colaboraciones con colegas, tenemos proyectos desde hace un tiempo. Ahora hemos retomado algunos de ellos y hemos ampliado lo que estamos haciendo para utilizar esta instrumentación que tiene la NASA”, detalló la doctora, quien trabaja con nueve de sus estudiantes y cuatro colegas de distintas universidades y de la NASA.

Y, ante los retos que enfrentan las mujeres en la ciencia, Lebrón asegura que lucha cada día por contribuir a abrir espacios en su campo. “Soy madre de dos jóvenes de 18 y 16 años y eso también es otro reto, hacer investigaciones como mujer y tener una familia. En la ciencia todavía no está facilitado eso para las mujeres. Pero digamos que he podido seguir adelante y soy defensora de los derechos de la mujer para que pueda ejercer libremente sus profesiones y que la sociedad apoye ese crecimiento profesional de las mujeres que quieran incursionar en esto”, puntualizó quien es miembro de la Sociedad Americana de Astronomía, la Sociedad Astronómica del Pacífico y la Unión Astronómica Internacional, además de ser Coordinadora Nacional de Divulgación para Puerto Rico, entidad que está afiliada a la Oficina de Divulgación de Astronomía de la Unión Astronómica Internacional.