Desde que tiene uso de razón, Beatríz Rodríguez Suarez sabía que dedicaría su vida al arte de confeccionar ropa. Cuando pequeña, la diseñadora recuerda que siempre estaba dibujando vestidos para sus muñecas y amigas de la infancia.  No fue hasta cuando su padre  le introdujo el trabajo de Oscar de la Renta que  Bea, como se le conoce en el mundo de la moda,  descubrió que su pasión tenía nombre y apellido: diseño de modas.  Desde entonces,  la empresaria se ha abierto paso en este distinguido ambiente participando en pasarelas en diferentes capitales de la moda como Nueva York y Barcelona.

Inspirada por el arte

Su estilo lo describe contemporáneo  y a la vez clásico con influencia europea. Sin embargo, como toda buena artista, la diseñadora busca salirse de vez en cuando de sus parámetros y experimentar con diferentes estilos, textiles y texturas. En fin, todo esto es parte del proceso de crear. En especial cuando  encuentra su inspiración las cuales  normalmente son musas relacionadas a alguna manifestación artística, como son las pinturas y obras literarias.

Recientemente,  Bea acaba de regresar nuevamente de Nueva York, tras presentar su nueva colección otoño-invierno llamada "Klimpted". Esta vez, la artista utilizó de musa las obras del reconocido pintor austriaco Gustav Klimt. "Me inspiré en las tonalidades de muchas de sus obras. Encontré interesante que tienen tonalidades grises y verdes, que van perfectas para la temporada de otoño- invierno, aparte que tenía unas telas disponibles para trabajarlas así que aproveché y las usé en esta colección", expresa Bea.

 La diseñadora comenta que a diferencia de su colección pasada, la cual se caracterizó por tener un estilo europeo,  la nueva propuesta "Klimpted" mezcló siluetas estructuradas y ceñidas al cuerpo, con atuendos alusivos a la fantasía. "En esta colección  di riendas sueltas a la fantasía y lo etereal aplicando muchos bordados a mano con lentejuelas y creando un tutú exagerado con sobre 200 yardas de tul que dejó a todos boquiabiertos al salir y parecer que nunca terminaba su cola", expresa la diseñadora, quien aprovechó esta oportunidad para mostrar una presentación diferente a lo que normalmente diseña y demostrar que puede diversificar su estilo.

Debut en la Gran Manzana

Esta es la segunda vez en la que la puertorriqueña participa en la semana de la moda en Nueva York ya que en septiembre del año pasado, Bea hizo su debut en el reconocido evento. En esa ocasión, la diseñadora participó en dos pasarelas en las que presentó su colección de trajes de baños y su colección de primavera-verano Insomnio, inspirada en el libro que porta el mismo nombre de la escritora puertorriqueña Ana Fuster Lavin.

Mientras se encontraba en la Gran Manzana, la diseñadora recibió una invitación especial para presentar su colección Insomnio en Barcelona, en España.

Además de todas estas oportunidades, la puertorriqueña, quien lleva más de una década profesionalmente inmersa en el arte de la aguja, ha trabajado para Mirtha Rubio, Nono Maldonado y Harry Robles, entre otros; ha servido de auspiciadora y jurado en concursos de belleza y ha colaborado tras bastidores para muchos, incluyendo al hombre que inspiró su carrera: Oscar de la Renta.  Asimismo, ha tenido la oportunidad de vestir y trabajar con la modelo internacional Joan Smalls.

En el presente, Bea se encuentra haciendo los arreglos necesarios para poder presentar su colección en Amsterdan, en Holanda en julio y pronto estará presentándose en Condado. Mientras tanto, la diseñadora continua  desarrollando piezas de ropa en su atelier en Santurce y abriéndose camino en el mundo de la moda internacional.