Para la influencer, emprendedora y escritora venezolana Rosangélica Barroeta, hay síntomas evidentes de que estamos ante un caso de anorexia, pero la solución definitiva es entender que cada cuerpo es único y no es válido compararse con nadie.

En 2019 escribió “Más allá del espejo”, donde contó en primera persona su historia con la anorexia. Este libro es un testimonio vivo sobre la voluntad de salir adelante y vencer la enfermedad.

Durante la adolescencia, Rosangélica vivió una serie de eventos dramáticos que, junto a una fuerte crisis familiar, la arrastraron a un desequilibrio de emociones. Para llenar el vacío que sentía, abrió las puertas a la enfermedad.

Y es desde este punto de vista, en primera persona, que comparte seis claves de cómo salió definitivamente de la anorexia.

1. El primer síntoma de la anorexia:

La anorexia te afecta con síntomas físicos, emocionales y conductuales. Con esta enfermedad tienes una percepción equivocada de tu peso. Los síntomas dependen de cada persona. El rechazo a la comida es el primero, al igual que la obsesión con los ejercicios. Los dos van de la mano. La razón es que suele pensarse que al disminuir la ingesta alimenticia se logrará bajar de peso rápidamente.

2. Los atajos del cerebro para enmascarar el problema:

Al sufrir de anorexia, es muy fácil verse en el espejo y nunca estar conforme. Es decir, te ves gorda, cuando muy probablemente no es así. Empiezas a pensar que tu cuerpo no está bien, buscas alcanzar el cuerpo perfecto, sientes que debes hacer más para que la ropa te quede mejor. Consideras que las personas con kilos extras no son exitosas, ni consiguen lo que quieren. Empiezas a salir menos, a esconderte más. Tus pensamientos te juegan en contra, te impulsan a hacer ejercicios en exceso, sacrificios, comer muy poco, provocarte vómitos, entre otros. Y al conseguir tu peso “ideal”, te da miedo aumentarlo nuevamente. Entonces sigues con la rutina de malos hábitos.

3. Aprender a desenmascarar los atajos:

Lo primero que debe entenderse es que cada cuerpo es único, no es válido compararte con nadie. Eso de 90, 60, 90, no existe. La clave es aceptarnos tal cual como somos. No seas dura contigo. Tú vales por lo que eres, no por cómo te veas. Esta enfermedad puede producirte la muerte, y tu salud debe ser siempre la prioridad. Si quieres algún cambio en el cuerpo, visita al doctor y pídele una dieta saludable y balanceada especial para ti.

4. Hablar con la familia sobre el tema:

No solo con la familia, también con los amigos. El apoyo es sumamente importante cuando pasas por esta enfermedad. Quizás tus amigos y familiares ya se dieron cuenta de que tienes un problema y han tratado de ayudarte, pero por desconocimiento no lo han logrado. Mi recomendación es que lo antes posible des el gran paso de hablarlo con tus seres queridos. Conversa y cuéntales las preocupaciones o sentimientos que rondan en tu cabeza.

5. Salir definitivamente:

El camino no es fácil, pero sí se puede. El primer paso es la aceptación, aceptarte como eres y valorarte. Que tu enfoque esté en mejorar y alcanzar tu bienestar absoluto. Necesitarás doctores, psicólogos, nutricionistas, terapeutas, familia y amigos para ayudarte. Debes aprender sobre la importancia de la alimentación saludable. Tus hábitos alimenticios deben volver a la normalidad y debes cambiar las creencias y pensamientos distorsionados sobre tu cuerpo.

6. Evitar las recaídas:

Algo que me sirve mucho es vivir enfocada en el presente. En mi propósito y objetivos, disfrutando de mi familia y de las cosas que tengo, sin obsesionarme con mi aspecto o con el qué dirán. Obviamente, ahora valoro mucho más mi salud. Siempre estoy en constante chequeo con los médicos, control de peso, dieta saludable y siguiendo todas las indicaciones.