No me gusta hablar sobre mis relaciones sexuales pero en reuniones con mis amigas ellas tocan el tema. Hablan de cosas que han hecho con sus parejas que yo nunca he hecho. ¿Estoy mal?
Magali Rivera

Odette Freundlich, directora del Centro Miintimidad, kinesióloga especialista en Rehabilitación Pelviperineal y Sexualidad
responde:

Una de las preguntas más frecuentes que las personas se hacen con respecto a algunas prácticas sexuales es si son “normales” o no. Muchos de los pacientes que atiendo me hacen preguntas como:  “Me da asco el sexo oral, ¿será normal? No logro tener orgasmo si él me estimula, pero lo logro si yo me estimulo, ¿será normal? No tengo deseos de tener relaciones tan frecuente como mi pareja lo propone, ¿será normal? 

 Lo cierto es que en el terreno de la sexualidad se pueden tener concepciones muy distintas de una misma cosa y antes de juzgar si ésta es normal o no, deberíamos determinar a qué criterios nos estamos refiriendo: el estadístico, o sea, lo que hace la mayoría; el sociocultural, es decir, lo que dice el medio en donde uno vive; el legal, religioso, educacional, cultural, valórico, psicológico o anatómico, entre otros. 

En sexualidad no existe un patrón de normalidad; depende del criterio valórico individual o en pareja y de la situación/circunstancia en que ocurra. Nos preguntamos entonces: ¿qué es normal o moralmente aceptado? 

Según Pomeroy, la moral es un conjunto de costumbres, dogmas y creencias impuestas y recomendadas, para cumplirlas desde el punto de vista social y divino. 

Para algunos una relación sexual es normal cuando se realiza en el marco de una relación de a dos y estable, cuando ambos miembros de la pareja gozan, reciben y dan placer, sin culpa ni vergüenza y sin causar daño, psicológico o corporal a alguna de las partes.

Podríamos definir como “normal” lo que es “legal” y como “anormal” lo que es “ilegal”. En general, la ley no tiende a sancionar las prácticas privadas que no sean denunciadas por uno de los dos miembros de la pareja. 

“Normal” es la conducta sexual que no causa daño a la sociedad o a uno de sus miembros, y “anormal” aquella que causa daño. 

“Normal” son todas las prácticas eróticas que se realicen dentro de los límites de la intimidad, para causarse mutuo placer y con el libre consentimiento de los intervinientes. 

Cuando las personas preguntan si es normal,  antes de responder sería prudente preguntar: ¿Por qué lo haces? ¿Te gusta? ¿Te da placer? ¿Está aceptado por tus valores y creencias?  ¿Lo haces en forma voluntaria.

Analiza tus respuestas y comprenderás si tu comportamiento sexual está dentro de tus cánones de normalidad.