Mujer Maravilla: Isiraida es una BRAVA de verdad
Isiraida Martínez Nieves encontró en el ciclismo la motivación para enfrentar con optimismo dos diagnósticos de cáncer y una histerectomía radical.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Un diagnóstico de cáncer a los 25 años no la derrumbó, todo lo contrario, la motivó a subirse a una bicicleta y pedalear por otras, que como ella, dan la batalla contra la enfermedad.
El recorrido ha sido difícil por el desgano propio que provocan la condición y sus tratamientos, sin embargo, para Isiraida Martínez Nieves, de 29 años, vencer ese cansancio para poder recorrer distancias en su bicicleta, ha sido uno de sus mayores retos.
“Yo no corría bicicleta, no practicaba el deporte, pero me motivé. Pensé que seguramente iba a servir de ejemplo. Me mantuve positiva, y con mi primer cheque después del diagnóstico, me compré la bicicleta”, señaló.
Fue su pareja, el ciclista David Santos, quien la impulsó a practicar el deporte, al pedirle poco después su conocer la diagnosis de un linfoma de Hodgkin, en el verano de 2011, que corriera el Mujer Brava, considerado el evento de ciclismo femenino de alto rendimiento más importante del Caribe, y el segundo más grande de Estados Unidos.
Su pregunta entonces fue muy válida: “¿Cómo tú quieres que yo lo haga, si yo voy a estar débil?; no voy a poder montarme en una bicicleta”.
Y cual Mujer Maravilla no se dejó intimidar. En esa ocasión, recorrió una ruta de 25 millas mientras desafiaba los efectos en su cuerpo de las sesiones de quimioterapia, a las que fue sometida durante ocho meses.
“Fue bien difícil, obviamente, por la oxigenación y el rendimiento porque el corazón no funcionaba igual, el sistema circulatorio no funcionaba igual, pues se me hacía un poco difícil. En aquel momento hice una distancia bien corta, que fueron 25 millas, pero decía ‘voy a mí, lo voy a hacer’. Luché hasta que lo logré”, recordó.
Y fue por más. Dos años después, y ya libre de cáncer corrió en su bicicleta una distancia de 60 millas en el evento que sirve para la recaudación de fondos para el Hope Lodge de la Sociedad Americana Contra el Cáncer, un hospedaje que facilita la estadía de pacientes y familiares que viven fuera de la zona metropolitana durante sus días de tratamiento.
Con un nuevo diagnóstico de cáncer, esta vez en el útero, y solo a meses de haber sido sometida a una histerectomía radical para la remoción del órgano, Isiraida, no solo rodará en las 80 millas, sino que además hará una carrera de 5 kilómetros, que fue integrada al evento, en su próxima edición, del 10 al 12 de octubre.
“Cansa porque uno ya no es igual. Una tiene muchos efectos secundarios, los huesos, el corazón, la respiración, pero siempre hago mi entrenamiento para fortalecer mis debilidades y lograr la meta. Me digo siempre que puedo, y pienso en el momento en que estaba dándome el tratamiento. Si me pude levantar entonces, porque no puedo ahora que lo estoy”, sostuvo.
Estos meses no han sido fáciles para la joven, quien añoraba poder convertirse en madre. No obstante, se mantiene aferrada a su fe, al amor de su compañero y su familia, a las esperanzas de que la vida tiene grandes sorpresas para ella y a un trabajo que la llena de mucha satisfacción, pues siente que mediante la venta de equipo médico de ultrasonido ayuda a que más mujeres puedan detectar el cáncer a tiempo.
“Toda mujer desea formar su familia, y pues ya no voy a poder cumplir ese sueño de ser madre. Fue súper difícil para ambos, pues, porque teníamos planes, pero yo digo que todo en la vida pasa por algo y yo sé que hay algo bueno para mí”, sostuvo.