Ese compromiso con la salud es la razón por la que todos los días, desde hace ocho años, la doctora Lyann Agresar se le levanta, se ejercita, desayuna, y acude a su oficina, ubicada en la avenida Américo Miranda, en Río Piedras a atender a pacientes que, la mayoría de las veces, buscan en la quiropráctica una última alternativa que los ayude a controlar los dolores que los aquejan.

Muchos de ellos llegan a sus manos incrédulos de que pueden sanar sin la ayuda de medicinas o químicos, una reacción natural basada en la costumbre de tomar una píldora para cada achaque. 

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“Queremos cambiar el estado de salud en que Puerto Rico se encuentra, que cada vez estamos más enfermos, cada vez gastamos más dinero en esto. Cada vez, son más medicamentos; cada vez hay más cirugías, pero la salud se sigue deteriorando. No hay una mejoría. Tenemos que dejar esto que estamos haciendo y buscar otros pasos para crear ese cambio”, afirmó la quiropráctica. 

“Ahí es que entramos nosotros a decirles que hay otras opciones, que su salud no se basa en medicamentos, ni en que los niveles estén en los números correctos, incluso si no te duele nada. La salud es que tu cuerpo esté funcionando 100%”, continuó.

Agresar forma parte,  desde hace cuatro años, de un selecto grupo de profesionales en Puerto Rico que pertenece a la franquicia Maximized Living, que ofrece a los profesionales de la salud herramientas, recursos y programas para ayudar a los pacientes a alcanzar una vida saludable mediante la maximización de cinco elementos esenciales: la mente, el sistema nervioso, la nutrición, la oxigenación celular y creación de músculos sin grasa, y la toxicidad.

“El fin no es el alivio del dolor, es restaurar la salud. Lo que queremos es darles una mejor calidad de vida. No queremos mantener la enfermedad; queremos eliminar la enfermedad y que las personas empiecen a crear salud”, enfatizó.

Gracias a este método, la especialista ha vivido satisfacciones que van desde haber podido ayudar a un paciente a mover el cuello hacia atrás para poder volver a contemplar las estrellas,  hasta motivar a una pareja de pacientes con obesidad, que no solo ha logrado bajar de peso, sino además, reducir la dosis de medicamentos en unas condiciones y eliminar las  medicinas por completo en otras.

A su juicio, en Puerto Rico hace falta doblar los esfuerzos en la educación sobre estilos más saludables de vivir. Al mismo tiempo, recalcó que los pacientes necesitan “mucho amor” y comprensión de sus profesionales de la salud,  y también, motivación.  

“No nos podemos dejar cansar porque no hay disciplina; nunca se ha creado, pues tenemos que ser insistentes en educarlos a ellos y ayudarlos a ver más allá de lo que hemos escuchado o practicado por tantos años”, sentenció la doctora, que con frecuencia realiza actividades gratuitas para la ciudadanía basadas en su filosofía.