La frase “contracción al deber” define la aceptación de una obligación o responsabilidad sin reparos. Y la misma describe, a cabalidad, a la mujer que te vamos a presentar.

Wanda Ivette Vázquez Cabrera se unió al cuerpo de la Policía Estatal de Puerto Rico hace 23 años y, desde entonces, ha estado cumpliendo un ideal que nació  en ella desde su niñez. “Siempre me gustó ayudar a los ciudadanos, ayudar a la gente, ser una servidora”, expresó con  satisfacción.

Natural de San Sebastián, Wanda trabaja en la Comandancia de Arecibo donde se desempeña como  oficial  de la oficina de prensa. Como tal, sirve como mediadora entre los agentes del orden y la prensa. Es un trabajo delicado, comprometido y complicado porque la exactitud de la información que  divulga puede hacer la diferencia entre un público bien  informado o un caso arruinado. “Hay situaciones que no se pueden divulgar porque están bajo investigación y hay que usar el buen criterio para que no se vaya a dañar una investigación. Hay que tener mucho juicio y diplomacia; es una gran responsabilidad”.

Sin embargo,  ese trabajo de oficina no la ha eximido de poner su vida en grave riesgo. Como cuando se enfrentó con unos asaltantes durante un atraco bancario ocurrido hace  dos años y medio.

Como todo miembro de la Uniformada, Wanda se adiestró como cualquier otro policía. Por eso, pudo reaccionar con  valentía  el Jueves Santo del 2013.

Iba transitando por la avenida José De Diego, en Arecibo, camino de la comandancia, cuando, “en una intersección, una dama comienza a hacerme señas y me informa que están asaltando el banco”. Acto seguido, Wanda pidió apoyo por el radio de la patrulla  en el mismo instante que salían los asaltantes. “Eran dos jóvenes armados con pistolas. Tenían mascaras (puestas) y se montaron en un four-track estacionado frente a la puerta del banco”.

En cuestión de segundos, se enfrentaron con Wanda en la patrulla… ¡y comenzaron a llover las balas! “Mientras me disparan, llamo rápido, nuevamente, al centro de mando, informo ‘1050, asalto en proceso’… ¡y me les voy detrás a los individuos!”.

Wanda continuó tras los asaltantes, quienes le seguían disparando hasta que llegaron las otras unidades “que les pudieron atajar el paso”.

Transcurrido el  incidente y efectuado el arresto,   lo primero que Wanda hizo “fue llamar a mi mamá. Y le di gracias a Dios porque ese fue un día más que me dio de vida”. De inmediato, su mente se concentró en su hijito Jaziel, quien es el centro de su mundo y por quien sacó fuerzas para enfrentar el atraco. “Lucho por mi hijo, que es mi prioridad”, expresó. Por él es que trabaja, porque “estos tipos de personas, que cometen cualquier tipo de delito, hay que sacarlas de las calle. Tienen que pagar, tienen que cumplir”, afirmó con vehemencia.

“Yo me siento orgullosa de ser policía”, aseguró Wanda Vázquez, al tiempo que reconoció que “en este trabajo, hay situaciones que, a veces, nos conmueven el corazón; hay casos de agresiones sexuales contra menores de edad, situaciones difíciles, y tenemos trabajarlas. Hay casos de asesinato y cuando hay envueltos niños, nos duele más todavía. Nosotros, como policías, también tenemos sentimientos”, puntualizó.