La disminución o falta de deseo erótico, suele ser una queja bastante frecuente entre las parejas. El deseo es ante todo una motivación o anhelo, placentero en sí mismo, que nos mueve a buscar o iniciar actividades eróticas.

Es decir, este anhelo comienza en nuestro imaginario.  Cuando deseamos, vamos  dando forma (en nuestra mente) a toda una historia que se ajusta o proyecta nuestro deseo.  Por lo tanto, si tus expectativas no concuerdan con la realidad, la frustración se impone afectando el deseo.

Recuerda que el deseo, a diferencia de las fantasías eróticas, guarda la intención de vivirse en la realidad.

Un aspecto importante es distinguir los deseos: el deseo hacia determinadas actividades eróticas y el deseo erótico hacia la pareja.  La realidad es que nos movemos en un modelo muy limitado de la erótica;  para muchas personas el deseo se expresa con un propósito específico, por ejemplo del coito y en pareja.

Para otras personas, el deseo también se expresa con una erótica más global y menos restrictiva: caricias, abrazos, besos, masaje corporal y genital, masturbación en solitario, etc.  Habrá quienes  se muevan entre el contacto y la fricción de los genitales, el contacto con la piel y los sentidos.

No existe un manual del deseo perfecto.  Los deseos son diversos, por lo que varían de acuerdo al entorno y las preferencias personales. Es esencial que conozcas, puedas identificar y expresar tus deseos. ¿Puedes hacer una lista de tus deseos? ¿Eres capaz de expresarlos asertivamente?

Disminución de deseos generalizado

Si eres mujer y has perdido la motivación a realizar cualquier tipo de actividad erótica, incluyendo la masturbación en solitario, es importante que separes un tiempo para estar contigo.

Es recomendable que te cuestiones cuánto tiempo te dedicas. Hemos sido educadas para ser cuidadoras y en muchas ocasiones se nos escapa que somos seres con valor propio y tenemos derecho al placer.  Por otra parte, la estima sexual es importante, te sientes a gusto con tu cuerpo y con tus genitales, te sientes a gusto con decir que no tienes ganas.  En fin, cuestiona tus ideas, en ocasiones esconden miedos o culpas a expresar los deseos.

Algunas  causas

Existen otras causas menos comunes para la falta o deseo inhibido conocidas como médico-orgánicas, entre las que se encuentran condiciones como el hipotiroidismo, el alza en prolactina, cambios hormonales, entre otras. Además, hay relación con el uso de ciertos medicamentos como algunos antidepresivos, diuréticos, otros utilizados para controlar el colesterol, la hipertensión, etc.  Si esta es su situación, es aconsejable consultar a tu médico para recibir la medicación adecuada.

Esta colaboración fue provista por la sexóloga Ivonne Flores. Este artículo tiene el propósito de educación en general, no es una evaluación o asesoramiento sexológico individual. Para información adicional, escribe a psicologíapositiva@gmail.com.