“Un noviazgo violento tiene todos los ingredientes para volverse invisible”, afirma Alejandra Vázquez, sicóloga.

En ocasiones, la falta de experiencia y la corta edad hace que las víctimas piensen que el comportamiento de su pareja es normal. A esto se le suma la idea del amor romántico, que todo lo puede y lo perdona. Por ello la dificultad para reconocer la situación y contarla.

Está muy arraigada la idea de que esta violencia implica gritos, insultos o golpes, pero Vázquez explica que “se trata de todas las modalidades de vinculación dentro de parejas de adolescentes en las que se manifieste abuso de poder, ya sea sicológico, físico, simbólico o económico”. Es decir, cuando “se van instalando, progresivamente, situaciones de dominación y de control hacia la joven”.

Muchas de estas señales pueden pasar desapercibidas o ser naturalizadas, por eso es clave detectarlas y así desenmascarar el maltrato disfrazado de amor romántico.

Algunas señales de violencia en el noviazgo son:

  • Control. Si tu pareja te prohíbe cosas, te dice qué ropa puedes usar, cómo maquillarte, revisa tu celular, los emails y pide la contraseña de Facebook o Twitter como “muestra de amor”.
  • Humillación. Cuando te ridiculiza, te hace sentir bruta, inútil, critica tu cuerpo, te compara con sus exnovias, te hace sentir menos y te culpa de todo lo que pasa en la relación.
  • Celos desmedidos. Cuando no le gusta nadie para ti, no te deja ver amigos o quiere conocer cada uno de tus movimientos.
  • “Juego” de manos. Si aparecen pellizcos, halones de pelo, empujones, patadas o bofetás, aunque sean “jugando”.
  • Consentimiento sexual. Si te obliga a tener relaciones sexuales, quiere tocarte o realizar prácticas que no quieres o que sientes que no estás preparada.

Ojo, mamá...

Si tu hija tiene una relación, vigila de cerca estas señales para tomar control de la situación. No dudes en buscar ayuda de un profesional para poder bregar con el problema.

  • Aislamiento. Si notas que tu hija empieza a evitar amistades y se aleja de la familia, restringe sus actividades, como estudiar, hacer un deporte o salir y lo único que hace es estar con el novio.
  • Pendiente del celular . Pasa todo el día pegada al celular, poniendo el altavoz para mostrarle al novio que está en determinado lugar o quién la acompaña.
  • Cambio en la forma de ser. No se viste de la misma manera, deja de usar prendas que solían gustarle, pierde o aumenta mucho de peso; si está angustiada, con la autoestima baja o deja de arreglarse; hay que estar atentos a los cambios en el estado anímico, ya que eso también provoca efectos en la salud física y emocional.
  • Evita las charlas. Si notas que empieza a ocultar cosas y no cuenta demasiado sobre la relación; si se encierre en sí misma y no quiera hablar de lo que le pasa.

Estrategias para prevenirla

Si estás comenzando una relación, hay formas de prevenir la violencia.

  1. Resuelve las situaciones de conflicto a través del diálogo. Debemos llegar a acuerdos considerando a ambas partes de la pareja.
  2. Promueve prácticas no sexistas en tu relación de pareja, tales como la igualdad en la toma de decisiones, el respeto a las diferencias, la distribución equitativa de tareas y responsabilidades.
  3. Aprende a identificar y manejar positivamente las emociones, en especial, el coraje y el enojo.

Dónde buscar ayuda

  • Centro de Apoyo Para Víctimas del Crimen: (787) 763-3667.
  • Casa Protegida Julia de Burgos: San Juan (787) 723-3500 / Ponce (787) 284-4303 y Aguadilla (787) 891-2031.
  • Oficina de la Procuradora de las Mujeres: (787) 721-7676.
  • Coordinadora paz para las mujeres : (787) 281-7579.