Ella sí se atrevió. De las mujeres que esperan el “momento perfecto” para tatuarse una tímida mariposa y en un área poco visible, nuestra Lola de esta semana toma distancia y  afrontando los estereotipos sociales, utiliza sus piernas, brazos, muñecas, costillas y hasta escote para asumir lo  único que la define.

Sobre una cantidad concreta, no puede hablar.  Nina Droz prefiere agrupar sus tatuajes y referirse a ellos como una gran obra de arte permanente, incluso mas fuerte que las modas y las fotografías con  aire Pin-up que se ha tomado como modelo, un campo que la sedujo con apenas 17 años.

“Realmente no tengo un  look fijo como tal. Las marcas en mi cuerpo es lo único fijo.  Yo hago mi estilo, no puedo irme con labels porque soy  muy diversa.

Nina comenzó a tatuarse desde los 17 años y, ahora con 32, sabe que su afición por este tipo de expresión maduró al grado de proyectar simbolismos que critican el doble  estándar social y los prejuicios vividos.

Según comenta esta publicista, tanto a la hora de buscar trabajo como en posibles conquistas románticas, sus señas en la  piel anulan oportunidades.

“Este es mi diario vivir. Cuando una va a buscar trabajo, lo primero que piensa es 'Ok, déjame hacer la lista de todos los trabajos que hay y los que realmente me van a dar la oportunidad y ver el potencial que tengo'. Las personas tatuadas tenemos que dar el 500%  para contrastar el estar tatuado, como si fuese un cáncer  o un virus.

Pese a los tropiezos, Nina se mantiene fuerte en su convicción y sus consecuencias. “Al momento de marcarme visiblemente sabía lo que venía, y no me importo, no me cohibí de lo que quería y de lo que me gusta”. Lo próximo: un chango en la mano derecha porque,   así como afirma que “nuestra piel marcada no piensa por nosotros y no cambia quienes somos”, también está segura de que no dejará de marcarse.

¿Hay áreas del cuerpo femenino en donde un tatuaje luce más que otras?

Yo siempre me voy con piezas que sigan el contorno del cuerpo. Las costillas es un lugar que luce,  los pies, hombros y hasta el cuello.  Si te haces un “cacharro” de tatuaje, no se va a ver bien en ningún sitio.

¿En cuáles establecimientos no te harías un trabajo como este?

 No me tatuaría en un ambiente abierto, como  una convención de tatuajes. Tampoco lo haría en la casa de alguien que no conozca muy bien o en otros países si no conozco al artista de antemano o la limpieza del lugar.

¿Crees que  se promueve la creatividad y originalidad en estos negocios?

Eso es lo que el artista más quiere. Cuando la persona escoge un flash de la pared es un momento de depresión para el artista (y para los que estamos al lado viendo).  Además de que uno no sabe cuántas personas por ahí lo tienen.