Trucos para dejar las excusas y ganar salud
Los siguientes consejos te ayudarán a elaborar un plan para tomar el control de tu salud.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Durante ciertas épocas del año (verano, Navidades), y ciertos eventos en nuestras vidas (cuido de familiares enfermos, horarios agitados, rutinas escolares y de trabajo), estamos expuestas a que nuestra salud se desequilibre. Enfermamos con más facilidad o nuestras condiciones de salud ya existentes tienden a complicarse.
Durante estas eventualidades, siempre tenemos una excusa para no cuidar nuestra salud.
Con frecuencia escucho a mis pacientes decir: “no tengo tiempo para comer”, “no tengo tiempo para cocinar”, “no puedo ir a la farmacia”, “no puedo resistir la tentación”, “¡no podía decir que no!”, “todo mi tiempo es para…. (mi excusa)”. ¡Sí! ¡Todo lo que complica nuestra vida son excusas! Excusas que perjudican nuestra salud, y cuando enfrentamos estos problemas no pensamos en nuestro bienestar.
En este principio de año puedes recapitular y tomar el control de tu salud. Elabora un plan que te funcione no importa el “incidente” que te ocurra. Apegarte a este te ayudará a mantenerte saludable y resolver los problemas que surjan en tu vida, sin afectar tu salud. Los siguientes consejos te ayudarán a elaborar un plan para emergencias e imprevistos:
-La base de toda buena salud es una buena alimentación. Comienza por hacer una rutina de tres comidas regulares (desayuno, almuerzo y cena). Hazlas fielmente, jamás las abandones.
-Elabora alternativas de comidas cuando no tengas tiempo de cocinar. Observa y pregunta cómo preparan los alimentos en restaurantes y cafeterías que frecuentas, y selecciona tus alternativas saludables de entre esas opciones.
-Siempre planifica meriendas de emergencia, por si acaso surge algún imprevisto y tienes que mover para más tarde tu próxima comida. Fomenta el hábito de cargar contigo una loncherita con meriendas. ¡No sabes cuándo te pueden salvar el día!
-Aléjate de las harinas y las comidas rápidas procesadas. Estas tienen de todo en exceso, excepto nutrientes de calidad que te alimenten.
-Prefiere nutrientes reales de los cuales tú sepas su origen. Por ejemplo, es mejor una pechuga de pollo a unos “nuggets” congelados, en los que la lista de ingredientes está cargada de sustancias desconocidas y difíciles de nombrar.
-Consume siempre frutas y vegetales frescos en cada comida.
-Lleva tu consumo de agua diario a un mínimo de medio galón. Si logras un galón diario, es excelente.
-Toma una multivitamina de buena calidad, regularmente, sin suspender. No descuides tus medicamentos recetados y siempre ten al día tus recetas. No esperes a la última tableta para buscar una nueva orden médica.
-Asiste a las fiestas y celebraciones después de haber comido algo. Esto te hará “pecar” menos. Por cada copa de alcohol que bebas, ingiere un vaso de agua; así proteges el hígado, reduces la resaca y al final bebes menos alcohol.
La autora, la Dra. Rocío E. López, es consultora en salud holística. Para más información, puedes visitar medwellnessclinic.com o llamar al 787-743-8583.