BARRANQUITAS. Hace 30 años, Felicita Zayas Vázquez se impuso sin miedo en la industria automotriz -liderada mayormente por hombres- sin imaginar que se convertiría en su pasión, y más importante aún, en el sustento de su familia.

La barranquiteña comenzó comprando carros chocados para que su exesposo los arreglara y luego revenderlos. Aunque para ese entonces era gerente en una tienda, la sangre de comerciante que le corre por las venas fue imposible de frenar.

Si yo lo tengo que vender, lo vendo. Si lo tengo que entregar, lo entrego. Si tengo que lavarlo, lo lavo. Hago lo que sea, no tengo ningún tipo de problema. Nosotros somos gente humilde que no nos importa lo que nos digan, porque lo que tú tienes y lo que tú eres a la única persona que le interesa es a ti mismo”, dijo la hoy empresaria, conocida en el pueblo como “Fela”, quien tiene 12 hermanos, la mayoría de ellos comerciantes.

Luego de adquirir su primer “dealer”, L&L Motors, en Naranjito, la mujer comenzó a crecer en la industria automotriz, por lo que en el 2000 tuvo la oportunidad de unirse a la línea Mazda y adquirir un nuevo concesionario ubicado en el barrio Quebradillas de Barranquitas. Poco a poco fue integrando en los procesos operacionales de ambos negocios a sus tres hijos, quienes ahora recuerdan entre risas que acompañaban a su mamá en la noche a comprar carros y regresaban al “dealer” de madrugada con 15 autos listos para ser vendidos el próximo día.

Tras la adquisición de un tercer centro de ventas en Vega Baja, FM Motor, las responsabilidades se comenzaron a dividir en la empresa familiar. De manera que sus dos hijos mayores se hicieron cargo de los concesionarios de Naranjito, renombrado como FM Motor, administrado por Héctor Manuel Rivera Zayas, y Barranquitas Mazda, delegado a Héctor Félix Rivera Zayas. Por su parte, la empresaria se mantuvo al mando del nuevo negocio.

“Yo misma me asombro del patrocinio de la gente, de la colaboración de todos mis empleados y el agradecimiento a Dios por tener tres hijos maravillosos. Ellos han sido muy buenos administradores. Y aquí estoy, llevo ya en la industria más de 30 años, me encanta y a los 68 años me siento joven, me siento feliz y no tengo pensado retirarme”, puntualizó Fela.

No obstante, comenzó a reducir su carga de trabajo, por lo que tomó la decisión de vender su “dealer” en Naranjito a su hija menor, María Francheska Rivera Zayas. Además, alquiló el local de Vega Baja para quedarse a cargo solo de Barranquitas Mazda.

“Este negocio -Barranquitas Mazda- lo trabajé yo hasta el 2006, que aparece una oportunidad de montar el negocio mío y no sabe lo difícil que fue dejar este edificio para irme para un ranchito de zinc con 15 carros cuando aquí había 100, a empezar solo. Y ahí empecé poquito a poco y gracias a Papá Dios ya cumplo 16 años ahora independiente”, explicó Héctor Félix, quien comenzó su propio negocio, Héctor Félix Auto Coorp, en Barranquitas.

Actualmente, la conocida familia Zayas ha mantenido el legado y ejemplo que les impartió la matriarca desde la industria automotriz, mercado que aseguran es uno de los mayores propulsores de la economía puertorriqueña.

“Si lo vienes a ver en el impacto, realmente directamente nosotros tenemos muchas familias que dependen de nuestros concesionarios para llevar el pan a su casa. Nosotros podemos generar alrededor de 15 o 20 empleos de forma directa, pero se genera tanto empleo indirectamente, que cuando las cosas no van bien en la industria de autos no solamente se afecta la industria de autos, se afecta la tasa de desempleo”, estableció María Francheska propietaria de Imanol Auto en Naranjito.

Por su parte, Fela se siente orgullosa de sus logros como empresaria y de lo que han alcanzado sus hijos en la industria. ¿Qué cuál ha sido la clave del éxito? “No se pongan barreras, no cojan miedo, porque en este negocio hay que arriesgarse, porque el que no se arriesga no triunfa”, concluyó.