¡A JINCAR EL CHAMPION!
¡Cómo me fascinan los paseos en carro y cuánto disfruto de mi buena vida! Sin embargo, no vayan a pe..

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
PUBLICIDAD
¡Cómo me fascinan los paseos en carro y cuánto disfruto de mi buena vida! Sin embargo, no vayan a pensar que siempre fue así. Hubo un momento en mi triste y oscuro pasado –tan oscuro como mi pelaje, ja, ja, ja– que me encontré completamente desamparado. Pero, como no hay mal que dure 100 años, una noche de Año Viejo llegué herido y con una pata fracturada a casa de mami Liz y, desde entonces, todo ha sido salud y alegría para mí. Mami me llamó Oldie porque llegué con el año que se iba, pero bien hubiera podido llamarme Happy por la felicidad que siento con ella. ¡Gracias, mami!