Una mujer británica de 45 años dio a luz a su propio nieto.

Según publicó la BBC, Julie Bradford le prestó el vientre a su hija, Jessica Jenkins, quien quedó infertil tras recibir tratamiento por un cáncer cervical que le diagnosticaron hace alrededor tres años.

Jenkins, de 21 años, congeló sus óvulos en un hospital de Gales antes de ser sometida a la quimioterapia.

"Mi mamá es la mujer más valiente e increíble del mundo. La amo tanto por haberme dado a mi hijo", expresó Jenkins.

"Quería ser madre desde una edad muy temprana y nuestro sueño se ha hecho realidad", Enfatizó a BBC.

"Lograron sacarme 21 óvulos antes de que empezara la quimioterapia pero sólo 10 sobrevivieron. Estos fueron fertilizados y se transformaron en embriones, los dejaron crecer por dos semanas y luego los congelaron", contó la joven.

"En mayo de este año descongelaron un embrión y lo implantaron en el útero de mi madre para que ella sea el pequeño horno en el que pudiese crecer nuestra semillita" abundó.

Su bebé, Jack nació el viernes con un peso de poco más de seis libras y en perfecto estado de salud.