Los primeros minutos tras el parto son decisivos para el bienestar futuro del recién nacido. Ya hace algunos años se promueve el apego temprano y se permite, cuando es posible, el contacto inmediato entre la madre y el hijo, debido a todos los beneficios en el desarrollo emocional y cognitivo que este simple gesto aporta al niño.

Ahora, los médicos están interesados en incentivar otra práctica al interior de los hospitales: posponer la ligadura o corte del cordón umbilical entre dos y tres minutos después del nacimiento. Esto, aseguran, reduciría el riesgo de anemia en el lactante.

Varios estudios científicos además de entidades internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Federación Internacional de Obstetricia y Ginecología (Figo) y la Academia Estadounidense de Pediatría, instan a retrasar dicha acción. Uno de los trabajos más recientes fue realizado por el Royal College of Obstetricians and Gynaecologists de Inglaterra.

Los autores del trabajo observaron que cuando el cordón se corta inmediatamente después del parto, los niños pueden presentar una deficiencia de hierro a futuro. El planteamiento ha llevado al Instituto Nacional para la Salud de Gran Bretaña a revisar sus guías de atención.

La propuesta es esperar a que el cordón deje de latir espontáneamente o a los dos o tres minutos de que se produjo el nacimiento. Eso permite la transferencia al cuerpo del recién nacido de toda la sangre presente en el cordón, ya que cuando nace un lactante, aproximadamente un tercio de su sangre está todavía en su cordón umbilical y en la placenta.

Finalmente, los especialistas precisan que esta práctica no supone ningún riesgo de salud para la madre.