“Por lo general, los niños que están en contacto con un animal doméstico, ya sea un perro, gato, conejo u otro, desarrollan capacidades sociales, mejoran su autoestima, se sienten aceptados, queridos e integrados; y aprenden una serie de valores positivos, incluyendo el respeto hacia los demás, la amistad, el amor, la tolerancia, la responsabilidad y la comunicación interactiva”, explicó el doctor Luis A. Martínez Suárez.

De acuerdo con el Funcionario, los animales domésticos despiertan emociones y reacciones positivas en los niños, principalmente, porque son criaturas graciosas, juguetonas, expresivas y tiernas. Sin embargo, los beneficios que se derivan de los animales van más allá de ser una simple mascota para compartir, jugar y entretener. 

“Durante los últimos años, a algunos animales se les ha encontrado un poder sumamente interesante que suele permitir la rehabilitación de muchos niños con problemas físicos y mentales, logrando resultados que por otros medios quizás no se hubieran obtenido. A esto, se le conoce comúnmente como Terapia Asistida con Animales, la cual consiste en la participación de animales de compañía en intervenciones terapéuticas con el fin de propiciar o promover la salud y el bienestar humano”, señaló el doctor Martínez.

Actualmente, las técnicas que se han implementado con mayor fuerza son la , o sea utilizando caballos, la con delfines y las que se realizan con animales domésticos menores como son los , siendo ésta última la de mayor preferencia.

A nivel físico la interacción con los animales ayuda al fortalecimiento de los músculos, aumento de la movilidad o la mejoría de los problemas cardiacos.  En términos psicológicos, la Terapia Asistida con Animales ha sido efectiva para tratar algunos trastornos de comportamiento en los niños como la dificultad para socializarse, la agresividad excesiva, el pobre rendimiento escolar, así como una baja autoestima. 

No obstante, el Titular de ASSMCA hizo hincapié en que para lograr su efectividad, en algunos casos, este método debe estar acompañado de una psicoterapia individual o grupal donde los niños puedan expresar y conversar abiertamente con los profesionales de la conducta humana sobre las sensaciones, sentimientos, pensamientos e intuiciones que se derivan al exponerse a los animales.

“Sin lugar a dudas, son múltiples los beneficios que se derivan de la interacción con una mascota.  De hecho, un niño que cuida un animal adecuadamente y lo trata con cariño suele asumir ese mismo comportamiento hacia las personas.  Además, el acariciar y exteriorizar el afecto que se siente por un animal mejora la propia capacidad de interactuar, despierta el deseo de recuperar el contacto con los demás y de dialogar con otras personas”, indicó el Funcionario.

Según el Galeno, los animales también ayudan a los niños a, de alguna manera, darse cuenta de los valores que son realmente importantes en la vida y a adquirir un sentido del deber.  El simple hecho de cuidar a otro les ayuda a reaccionar, a ocuparse más de sí mismo.  Por ejemplo, se ha constatado que alimentar a un cachorro, prepararle la comida y respetar sus horarios, puede estimular el interés por la propia alimentación y, así, combatir la desgana y la inapetencia que se encuentra en el origen de diversos trastornos alimenticios.

“Por otro lado, sabemos que algunos niños tienden a entablar una conversación abierta y sincera con sus mascotas, según lo hacen con sus peluches, contándoles sus secretos y pensamientos, lo que podría contribuir a que exterioricen  sus temores, preocupaciones o cualquier otra situación que les afecte, y de esta manera los profesionales de la conducta humana o los padres mismos ayudarlos, dependiendo de la situación”, dijo el doctor Martínez. 

Igualmente, las interacciones con los animales suelen  devolver la sonrisa a una persona deprimida, estimulan el carácter social de una persona tímida y con problemas afectivos de diversa índole, ayudan a controlarse a una persona que sufre de impulsos violentos y a relajar a las personas nerviosas.  De manera similar, el contacto con los animales disminuye la ansiedad y el estrés, mejora el estado de ánimo y favorece el interés por la vida.

“Ciertamente, las mascotas son como una especie de medicina preventiva y en algunos casos curativa.  Sin embargo, tenerlas envuelve un alto grado de responsabilidad, no sólo de los padres sino también de los niños.  Por lo tanto, si vas a adquirir una mascota, es bien importante que desde el inicio se establezca una comunicación sincera y una planificación adecuada entre ambas partes, de manera que esta experiencia se convierta en una sumamente positiva y gratificante para todos.  No olvides que los animales, al igual que los seres humanos, se merecen un trato digno, así como mucho amor y cariño.  Enseñémosle a nuestros hijos con el buen ejemplo y comportamiento”, concluyó el Administrador de ASSMCA.