¡Atrévete, sé valiente!
<p><b><font color="#00b0f0">No se quitaron</font></b> <b>Este caso de maltrato animal logró la convicción de la acusada, gracias a que los testigos no se dieron por vencidos</b></p>

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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No pudimos entrevistarlos. De hecho, nunca los hemos visto y ni siquiera sabemos sus nombres. Pero de una cosa estamos absolutamente seguros: el caso de la perrita Lady Velvet culminó en una sentencia de dos años de probatoria para la menor acusada, gracias al testimonio de los dos testigos estrella, cuyas identidades, por ser menores, no podemos revelar.
Increíble crueldad
Los hechos se remontan a un infortunado día del pasado mes de abril, en la escuela Bethsaida Velázquez, en Ponce.
A plena luz del día, y ante los pasmados rostros de numerosos compañeros de escuela, una estudiante de dicho plantel, también menor de edad, decidió coger a una cachorrita para tirarla al vacío desde la segunda planta de un edificio.
Entre los testigos que presenciaron el malicioso acto de crueldad, varios menores se ofrecieron voluntariamente para servir de testigos ante las autoridades. Sin embargo, solo dos recibieron el respaldo de sus progenitores para testificar en contra de la joven que perpetró el reprochable hecho.
“A esos dos jóvenes que vieron cómo sucedieron los hechos los considero héroes”, manifestó emocionado el Sargento Roberto López, adscrito a la Unidad Turística de la Policía Municipal de Ponce y quien fue el oficial llamado a intervenir el día de los hechos. “Sin el testimonio de estos jóvenes, no se hubiera podido esclarecer el caso. Ellos son los verdaderos héroes. Tuvieron la oportunidad para quitarse, pero no lo hicieron. Demostraron tener principios, valores y buena calidad de vida; demostraron que todavía se puede contar con nuestra juventud. Y los padres son también héroes anónimos”, añadió, “porque son los que permiten a sus hijos hacer las declaraciones”.
A luchar por Lady Velvet
Por su parte, María Vázquez –del albergue de animales Animal Rescue Center (ARC), también en Ponce–, no podría estar más de acuerdo con López. “Gracias a sus declaraciones (de los testigos), se hizo justicia en el caso de Lady Velvet. Ellos son ejemplos dignos de admirar”.
A pesar de que, según ella misma lo describe, el proceso de llevar a la acusada a los tribunales “fue una agonía”, María le ruega a todo el que sea testigo de un maltrato animal, que “no se esconda. Que dé un paso al frente y testifique en contra de los criminales”.
El proceso
Todo el que haya acudido a un juicio o a una vista sabe que el proceso es tedioso y hasta agotador.
En el caso de Lady Velvet, el maltrato contra la perrita ocurrió el 3 de abril de este año “y todo terminó el pasado 20 de agosto”, según relató María. “Una y otra vez nos citaban para vistas y las cancelaban. Y, mientras tanto, yo temía que fuera a pasar algo que hiciera que se cayera el caso. ¡Yo no quería que se quedara en nada!”.
Respaldando a los dos menores que testificaron en contra de la ahora joven convicta, se mantuvieron firmes y unidos María, el Sargento López e Ivette Nigaglioni, voluntaria de ARC y encargada de las charlas de prevención de maltrato animal que la entidad imparte en escuelas, iglesia y todos los lugares públicos y privados de donde los llaman.
En lo que las vistas y el juicio se llevaban a cabo, Lady Velvet conmovió profundamente a una dama que vino a la Isla desde Santa Cruz para adoptarla y convertirse en su guardiana. Entre dicha dama y las personas generosas que se enteraron del caso, los gastos médicos de la perrita –que ascendieron a más de $3,000– se pudieron costear y el animalito se pudo reponer de sus heridas físicas. No obstante, aún hoy, las heridas emocionales son evidentes. “Lady Velvet se quedó traumatizada, pues cuando uno le echa los brazos como para agarrarla, se asusta, tal vez recordando cómo la agarraron para tirarla al vacío”, se lamentó María.
El día de la victoria
Cuando, ¡por fin!, el pasado 20 de agosto la jueza Ivelisse Morales Correa sentenció a la acusada a cumplir dos años de probatoria –que es lo máximo que se le puede dar por ser menor–, “¡fue una emoción bien grande!”, exclamó María. “El pecho se me iba a explotar. Fue bien emocionante. Sentí el triunfo por Lady Velvet”.
La joven no niega que, durante el camino, llegó a sentir “coraje y frustración porque veía que todo era tan lento y se tardaba tanto...”. Por su parte, Ivette Nigaglioni aceptó que el proceso de llevar un caso de maltrato animal ante los tribunales “es cansón. Pero jamás se nos pasó por la mente quitarnos porque la realidad es que hay que darles a estos casos la importancia que se merecen. Hay que testificar, hay que perder el miedo de hablar. Nosotros tenemos que ser la voz de ellos (los amimales), acotó.
¡Tú eres su voz!
María Vázquez compartió importantes consejos para todo aquel que sea testigo de un maltrato animal.
¦ Lo más importante es hacer todo lo posible por impedirlo. “Si saben que un animalito está en peligro, traten de actuar para evitar que pase”.
¦ Si son testigos de maltrato, denúncienlo de inmediato.
¦ Simultáneamente, socorran al animal.
¦ Tomen fotos y graben audio y vídeo de todo lo que puedan.
¦ Antes de que se les olvide, tomen nota de todo lo que pasó, quiénes estaban presentes, qué cosas se decían, y la fecha, la hora y el lugar.
¦ Sean valientes y ofrézcanse como testigos.
¦ Si son menores, pidan el apoyo de sus padres. Déjenles saber que para ustedes, esto es bien importante y que es parte de su formación como personas.
¦ Si trabajan, traten de hacerles ver a sus supervisores que ustedes necesitan su respaldo porque esto (ser testigo en un caso de maltrato) es importante para la sociedad en que vivimos.
¦ No le hagan caso a la gente que los trate de desanimar, diciéndoles “Tú vas a ver que eso se va a quedar en na”.
¦ Que no pierdan la fe de que se hará justicia, que no se quiten.