¿Como padre no te has preguntado por qué, por algún motivo, tu hijo parece tenerle particularmente miedo y recelo a las matemáticas? ¿Por qué de todas las tareas que debe hacer, las que más se le dificultan son las de esta materia?

No te alarmes. La fobia a las matemáticas es un problema bastante común, pero que debe ser atendido a tiempo.

Y es que el pensamiento matemático no solo sirve en la escuela, sino que además es muy útil en el mundo actual. Las matemáticas están en la tecnología, en las redes sociales, la cocina, en fin.

Pero también, al desarrollarse durante la infancia, y mantenerlo vigente en la adolescencia, permite desarrollar habilidades como el razonamiento lógico, la resolución de problemas, entre otros.

¿Cómo identificar la fobia a las matemáticas?

De acuerdo con expertos de la Fundación Understood, los principales síntomas de alarma son:

Ansiedad cuando los maestros explican un problema numérico en clase y preocupación o alteración cuando tienen que hacer tareas de matemáticas.

Compararse con otros niños que enfrentan las matemáticas sin nervios.

Preocuparse porque les vaya mal en un examen de esta asignatura, aunque entiendan y hayan estudiado con antelación.

Evitar la clase de matemáticas, especialmente cuando hay una evaluación programada.

Hay buenas calificaciones en las tareas y trabajo en clase, pero no en los exámenes.

¿Qué hacer ante la fobia a las matemáticas?

Rocío Miranda, gerente general de la empresa Kumon, recomienda estos consejos para que padres o cuidadores ayuden a los pequeños a hacer frente a este temor y se deshagan del estrés que les puede producir:

No transmitir temor:

Si los niños te escuchan referirse a las matemáticas positivamente, resaltando la importancia que tienen para la vida, activará su interés por aprender. Y si buscas opciones de refuerzo académico fuera de la escuela, hazle ver que es un apoyo, no un signo de que va mal.

Aprovechar los primeros pasos:

Los niños pequeños son más susceptibles a explorar y no tienen temores adquiridos, por lo que se les facilitará ver con buenos ojos las matemáticas, el proceso de aprendizaje será más rápido y habrá posibilidad de que evite desarrollar fobia.

Aprovechar el potencial propio:

Cualquier persona a cualquier edad puede aprender matemáticas, pero a ritmos distintos. Por eso se deben evitar las comparaciones, porque incrementan la ansiedad y la frustración. Opta mejor por métodos de razonamiento.

Aplicar las matemáticas:

Usa ejemplos simples e involucre a los niños en actividades diarias de cálculo numérico: el dinero que sobra después de una compra o cuántos minutos faltan para entrar al colegio.

Practicar siempre:

Las matemáticas son un idioma universal y así como pasa con el inglés, hay que practicar un poco todos los días y crear hábitos. Métodos de aprendizaje recomiendan que 30 minutos al día son suficientes.