Lograr que los pequeños ayuden en las tareas de la casa puede ser una labor titánica. Para papá y mamá, lidiar con las quejas y llantos de sus hijos no es fácil, y es más sencillo caer en la tentación de hacerlo todo ellos mismos. Esta actitud, sin embargo, puede resultar muy perjudicial para la familia, pues los hijos tienen que aprender que la limpieza y el orden en la casa es responsabilidad de todos.

A partir de los cinco años un niño o niña puede encargarse de ciertas tareas en el hogar, especialmente en lo que respecta a recoger los juguetes en el cuarto. Sin embargo, tan temprano como a los dos años pueden ir poniendo las cosas en su lugar, con la ayuda de papá o mamá. La clave del éxito se encuentra en la manera en que los padres logran involucrar a sus hijos y en dejarles saber lo importante que es su trabajo para todos los miembros de la familia.

Recuerda, además, que les estás enseñando valores importantes para su vida futura y que solo así comprenderán la importancia del trabajo y del orden.

Con un poco de esfuerzo, puedes transformar a tu pequeño en un gran ayudante. Lo importante es dejarle saber que ya es un niño o niña grande y que por eso él o ella tiene ciertas responsabilidades en el hogar.

Algunas orejitas

Aquí te presentamos, además, algunas sugerencias para lograr que este proceso sea exitoso.

  • Las instrucciones deben ser claras y precisas para que el pequeño entienda lo que tiene que hacer. Recuerda que llevar los platos al fregadero, pasar una esponja por la cocina o recoger el cuarto son tareas que pueden resultar difíciles y retadoras para un niño pequeño. Por eso debes comenzar por demostrarle exactamente lo que quieres que haga. Luego pueden llevar a cabo la tarea juntos. Cuando estás segura de que tu niño entiende lo que tiene que hacer es tiempo de que lo haga solo.
  • Elogia sus esfuerzos. Si cada vez que termina una tarea, criticas a tu hijo porque no lo hizo bien se sentirá desanimado y no querrá ayudar más en la casa. Por eso debes concentrarte en que termine su tarea y elogiarlo por su esfuerzo.
  • A trabajar juntos. Es una buena idea hacer las tareas juntos. De esta forma aprovechas el tiempo de limpieza y recogido para compartir con tu hijo o hija. Además, el pequeño puede ayudarte en tu trabajo, como cuando estás lavando la ropa, que puede separar la ropa blanca de la de color.
  • Trata de que sus juguetes estén a su alcance. Una de las grandes peleas de los padres con sus hijos es por el desorden que suele imperar en sus cuartos. Es buena idea, por tanto, colocarlos en tablillas que estén a su alcance. De esta forma puedes pedirle y enseñarle que es importante que cuando termine de jugar ponga todo en su lugar.
  • Haz las cosas paso a paso. En vez de pedirle que recoja su cuarto, divide el trabajo en varias tareas sencillas. De esta forma, el pequeño sabrá qué tiene que hacer para lograr que su habitación se encuentre recogida.
  • No presentes las tareas del hogar como un castigo. Por el contrario, hay muchas maneras de convertir el trabajo en un juego entretenido y agradable para los niños. Por ejemplo, haz una competencia para ver cuán rápido puede el niño colocar los juguetes en la tablilla.