Llevas a tu gato o perro al veterinario, quien le ha recetado un medicamento en pastillas. ¡Tremendo dolor de cabeza para muchos! “¿Cómo hago para que se la trague?”, es lo primero que viene a la mente. 

La respuesta obvia tal vez sea mezclar la pastilla con la comida de la mascota, pero ¿qué pasa si tu perro o gato se come todo menos la pastilla? ¿Y si no tiene hambre? ¿Y qué pasa si la hora de la medicina no coincide con su hora de comida?

Una forma sencilla de incrementar el porcentaje de éxito es escondiendo la pastilla en bocaditos apetecibles para tu mascota como mantequilla de maní, queso crema, puré de jamón, salchicha, helado, guineo y hasta yogur. Simplemente insertas la cápsula o tableta en lo que decidas darle de comer y lo insertas en su boca. Lo más probable es que se lo trague sin masticar, entonces habrás tenido un punto a favor. Eso sí, asegúrate que lo haya tragado todo, no vaya a ser que la pastilla termine en su cama, debajo del mueble o de la nevera.

Si tienes la mala suerte que a tu perro o gato le encanta masticar lo que llega a su boca, otra opción es pulverizar la tableta o vaciar el contenido de la cápsula y mezclarla con el bocadito. Es una excelente forma de disfrazar el sabor y el volumen del medicamento. Ni cuenta se dará que se lo tomó. Y si no tienes un triturador de pastillas, dos cucharas grandes harán muy bien el trabajo.

Algunos animales son más astutos que otros y aprenden a detectar la hora de la pastilla. En muchos casos se resistirán a recibir lo que se les ofrezca, entonces, una forma de eengañarlos es darles primero un pedazo de su comida o premio favorito, sin pastilla, e inmediatamente darle otro con pastilla. 

La forma más cruda de medicar a un animal es insertando la pastilla directamente en su boca. Para quienes no están acostumbrados a hacerlo, puede ser muy intimidante, especialmente cuando tienes los colmillos en   tus manos y a pocas pulgadas de tu cara. 

Si decides hacerlo, primero consulta con un experto en el tema. Puedes complementar la clase buscando vídeos en Internet. Este método consiste, básicamente, en abrir mandíbula, insertar la pastilla hacia el final de la lengua, lejos de los colmillos y cerca de la garganta, cerrar el hocico y acariciar su garganta para facilitar que se la trague.

Antes de tomar una decisión de cómo darle la pastilla, toma en cuenta el carácter de tu mascota. Si tienes un perro o gato dócil que se deja hacer de todo, cualquier método es válido, solo dependerá del que te haga sentir más cómodo. Si tienes una mascota nerviosa y agresiva, evita exponer tus manos y opta por los bocaditos.

¡Buena suerte... y que se mejore pronto!