Cuando Cupido toca a la puerta
Es común que los niños se enamoren de sus maestras.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Ocurre sin aviso. Acabas de buscar a tu nene o nena a la escuela y sientes algo diferente. Un suspiro largo, una mirada perdida y la frase que no esperabas: “Mami, fulanito se va a casar conmigo”, o “menganita es mi novia”. Miras a tu pequeñín y ahora la que suspiras eres tú… ¿Celebras ese primer amor o mantienes una actitud neutral?
“Desde muy temprano los niños comienzan a sentir un amor diferente al que sienten por sus padres o familiares. Usualmente ese primer amor es platónico y suele suceder que los niños se enamoren de sus maestras y las niñas de un niñito que esté en un grado mayor que el de ellas”, afirma la doctora. Sandra Colón Méndez, consejera y psicóloga escolar. Se trata, entonces, de algo totalmente normal y parte del “desarrollo” de tu hijo o hija.
Y es que desde los 4 o 5 años de edad muchos niños sienten afinidad por otro niñito o niñita de su salón de clases. Esperanza Dana, directora del Centro de Desarrollo Infantil AEIOU y quien tiene más de quince años de experiencia, lo ha visto en muchas ocasiones. “Es el primer gran enchule de los nenes y a veces ves cómo una niña toma de la mano a otro niño y siempre se buscan para jugar. Es muy bonito y todavía no hay ese miedo de jugar o compartir con el chico o la chica del otro sexo. Eso surge después”, afirma.
Ese primer gran amor es de gran pureza y no hay malicia ninguna. De hecho, según la educadora, muchas veces somos los adultos los que le damos otro matiz. “No debemos relajar a los niños o etiquetar esta amistad especial diciéndoles que ya tienen noviecito o noviecita. Lo importante es mantener una actitud neutral y disfrutar, como papás, de esta etapa del crecimiento”, afirma.
La doctora Colón Méndez comparte también esta opinión. “Aconsejo que no se le dé mucho color al asunto. Lo importante es escuchar con amor y respeto. De igual forma, los adultos no debemos burlarnos de los niños, sino establecer una relación de apertura”, explica la especialista.
Se trata también de una excelente oportunidad para estar pendientes a comportamientos no adecuados, como actitudes obsesivas. “Debes vigilar su comportamiento para guiarlo por el camino correcto. Es importante tener en cuenta que los niños aprenden por modelaje y que sus actitudes están fuertemente influenciadas por lo que han visto en la casa”, añade Colón Méndez.
También hay que velar por aquellos niños que demuestran ya malicia y que buscan la oportunidad de esconderse para demostrar su afecto. “Esto suele ser una señal de que el pequeño ha estado expuesto a algo que no era propio para su edad”, explica Dana.
Nuestra actitud ante este primer enchule está también condicionada por nuestras propias expectativas de cómo deben comportarse las niñas o niños. “Los padres de varones suelen enorgullecerse de que el nene hable de que tiene muchas novias y no se dan cuenta de que están fomentando un comportamiento inadecuado”, acota la especialista.
Al hablar de sexualidad
El interés por el sexo opuesto inevitablemente traerá curiosidad y muchas preguntas. La doctora Colón Méndez aconseja lo siguiente:
-En niños en edad preescolar, la conversación sobre la sexualidad debe comenzar cuando ellos pregunten.
-No debes adelantarte, pues son los propios niños los que manifiestan lo que están preparados para saber.
-A la hora de contestar, debemos hablar de forma sencilla y sin abochornarnos.
-Es vital que llamemos las cosas por su nombre y digamos los nombres correctos de los genitales de niños y niñas.