Si están próximos a convertirse en padres y tienen un perro en casa, es importante saber qué tan recomendable es que el bebé conviva con el can en términos de salud e higiene. Eso sí, no se preocupen: su fiel amigo no tendrá que abandonar el hogar; por el contrario, será un gran compañero para el pequeño.

“Los recién nacidos no cuentan con muchas defensas, son más vulnerables a infecciones. Su piel es más sensible y necesitan varios cuidados. Lo idóneo es que los canes no se acerquen a ellos durante el primer mes de nacidos”, afirma Víctor Jurado Hernández, médico pediatra y neonatólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El experto reconoce que los perros pueden causar alergias a los infantes, debido a su pelo, por ejemplo, y eso detonaría problemas en vías respiratorias, como tos o asma.

“Es factible que transmitan parásitos; para evitarlo no dejes que lo huela o lo quiera lamer. Lo que pudiera parecer una tierna escena, podría provocar alguna enfermedad, por ejemplo, parasitosis, que se presenta con diarrea o vómito, por mencionar algunos síntomas”, indica.

Es fundamental mantener limpia a tu mascota y que esté vacunada, desparasitada, con visitas periódicas al veterinario para detectar cualquier anomalía que ponga en peligro al bebé.

Mejores amigos

Quizá, con la llegada del bebé, tu perro se sienta celoso o desplazado. Por eso, desde un principio, fomenta una relación basada en la seguridad y respeto entre ambos. Un principio básico es que nunca dejes al bebé y a tu mascota sin supervisión; tal vez tengas al perro más tierno y tranquilo, pero muchas veces, los pequeños, por curiosidad, llegan a jalarle el rabo, la oreja, o a picarle los ojos, y la reacción del can podría ser muy brusca con el infante, sin medir su tamaño ni fuerza.

Tanto el pequeño como el can requieren su propio espacio, esto para evitar infecciones. Lo ideal es que tu mascota no permanezca mucho tiempo en la habitación de tu hijo, por lo menos en el primer año; de igual manera, el plato y cama del perro no deben estar al alcance del niño. “Los animales merecen respeto y tener un lugar digno para vivir. Con la llegada de un bebé no podemos abandonarlos, solo acondicionar la casa y marcar límites, pero sin duda es recomendable la convivencia entre ambos”, reconoció el también especializado en docencia, investigación clínica y administración financiera de hospitales (UNAM), así como en neurosonografía cerebral en niños recién nacidos.

Niños más sanos y fuertes

Si aún te quedan dudas de qué tan buena es la convivencia del bebé con tu peludo, el experto enfatizó que “sí es factible que el pequeño cree anticuerpos al estar en contacto con la mascota”.

Cabe destacar que diversas investigaciones señalan que este tipo de relación hace que los niños sean menos propensos a infecciones.