Uno de los dilemas de los dueños de mascotas es qué hacer con ellas cuando tienen que pasar algunos días fuera de casa. Muchas veces, la única alternativa que tienen es dejarlas en algún hospital veterinario o tienda de mascotas con servicio de hotel. 

Sin embargo, mayoría de las veces, el animal termina sufriendo mucho al ser sacado de su entorno para ser metido en una jaula con espacio limitado o en jaulas donde no están solos y pueden hacerse daño entre ellos y hasta provocarse la muerte. 

“Definitivamente, eso tiene un impacto emocional en el perro. Escuchando también testimonios de nuestros clientes: ‘es que yo se lo dejé a fulano o en el mismo hospital veterinario y me lo entregaron mordido, con garrapatas, con parvovirus, con distemper (tipo de virus)’. Hemos escuchado de todo”, comentó Cristina López de Luna, propietaria de Smarty Paws, compañía dedicada al entrenamiento y cuido de mascotas a domicilio. 

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“En mi primer trabajo con perros lo viví. Les decían a los clientes que su perro iba a estar solo y de repente en un fin de semana de 4 de julio, fácilmente podían estar en una misma jaula seis”, expuso. 

El concepto de la empresa que dirige junto a su esposo, Kevin Lee, se trata de ofrecerle a sus clientes un plan que incluye inicialmente visitas dos veces al día a su hogar. De esta forma, los cuidadores se encargan de darles comida y agua y ejercitarlos, en el caso de que sea un perro. 

“Dos veces al día es lo que ofrece la plataforma formal. Hay personas que nos han solicitado mayores visitas, pero por lo general nosotros vamos dos veces al día, en la mañana y en la tarde. Lo que queremos es que tú nos digas qué es lo que hace tu perro, cómo lo hace, cuándo lo hace, dónde come, dónde hace sus necesidades. Me das su rutina y yo te la voy a imitar”, explicó. 

De este modo, recalcó, evitan que la mascota adquiera pulgas o garrapatas, que se escape, se haga daño o se deprima mientras su amo está ausente. 

“Si nosotros mantenemos la rutina es un factor que va a influir en que no se ponga triste. Siempre que vamos, si el clima está bueno, le ponemos un ‘leash’ (correa) y nos vamos a caminar, siempre y cuando el cliente lo desee”, afirmó. 

“No queremos que haya un cambio repentino en su rutina y en su ambiente. ¿Si él come queso, cuántas lascas de queso es que come? Si hay que echarle hielo al agua... Eso es lo que hace que nuestro servicio sea único”, añadió.

 Indicó que antes de ser contratada, ella tiene una visita inicial para conocer a sus clientes y la mascota a cuidar. Esa primera impresión, dijo, es crucial debido a que durante los días que se extienda el servicio, ella será la custodia de las llaves de la casa. 

“De clientes que fuimos una vez a la casa a darles servicio, hoy por hoy son clientes permanentes que tenemos la llave con nosotros”, expresó sobre la experiencia. 

“Cada cual tiene unas necesidades y a base de ellas diseñamos el plan que vamos a seguir”, mencionó.

Recalcó, por otro lado, que trabajan con todo tipo de mascotas “que se puedan cuidar” y que su plan es identificar los recursos para poder extender sus servicios fuera de la zona metropolitana.