Nitza Rodríguez Olivieri / Para Primera Hora

Escuchar las primeras palabras de un bebé es una alegría incomparable. Los bebés se comunican desde que nacen, pero en las primeras etapas lo hacen a través del llanto, gestos y algunos sonidos. Cuando finalmente dicen sus primeras palabras es un momento único.

Pero no siempre los bebés empiezan a hablar en el momento que se espera que lo hagan. Cada bebé se desarrolla a su paso. Los papás no tienen que desesperarse si ven que el bebé de los vecinos dice palabritas a los 3 meses y el suyo no. Sí hay que estar pendiente a algunas señales. Así pueden darse cuenta si es posible que el bebé tenga alguna dificultad para hablar y si es necesario evaluarlo. Depende, primeramente, del tiempo de vida.

Si el bebé tiene de 0 a 6 meses, los padres deben observar si su bebé:

-Sonríe al escuchar la voz de sus padres o persona que le cuida

-Se mantiene callado al escuchar sonidos repentinos

-Levanta los brazos al decirle “ven acá” o “ven con mamá / papá”

-Hace y repite sonidos como “a” o “e”

-Llora al asustarse

-Llora de distintas maneras para comunicar sus necesidades

-Disfruta de juegos como “Te veo”

Entre los 12 a 24 meses, los padres deben observar lo siguiente:

-Si no comprende más de 20 palabras

-Si no dice su nombre (18 a 24 meses)

-No señala objetos familiares cuando se los nombran

-Si no señala 3 a 4 partes del cuerpo

-Si no imita sonidos de animales, transporte y objetos

-Si entiende el “No”

Entre los 24 a 36 meses, los padres deben observar:

-Si entiende preguntas: ¿qué es esto? ¿quién es este? ¿qué hace?

-Se expresa en frases y oraciones de al menos 3 palabras

-Nombra familiares

-Conversa de forma sencilla

-Nombra objetos de uso diario

-Si sigue 3 mandatos o más

-Si habla claramente y lo entienden otros que no son sus cuidadores

Si notas problemas con algunas de estas indicaciones, debes considerar llevar al bebé a una evaluación con un profesional de terapia del habla y lenguaje para identificar si hay algún desorden del habla o lenguaje. Puede haber muchas causas para un problema del habla o lenguaje, como condiciones neurológicas que se presentan antes o después del nacimiento. También puede haber factores psicosociales, como un bebé que no tiene personas que hablen en su entorno o que esté sobreprotegido. Y hay causas médicas como condiciones hereditarias, problemas de audición o síndromes como el trastorno del espectro de autismo.

Debe ser un patólogo del habla y del lenguaje quien evalúe al infante y determine si hay un desorden de la comunicación. El terapeuta del habla y lenguaje puede hacer cernimiento y dar tratamiento bajo la supervisión del patólogo. Lo importante es identificar a tiempo si algo está pasando. Entre más temprano se atienda el problema, mayores son las posibilidades de que se corrija con terapia y ayuda.

Obsérvelo, háblele, cántele y estimule a su bebé. Obsérvelo y déjelo crecer, aprender y descubrir. Si nota algunas señales, no salte a conclusiones. Consulte con un profesional para obtener respuestas y la ayuda que necesita. Las Clínicas de la Universidad Albizu ofrecen este y otros servicios de patología del habla y lenguaje. Para información, el público puede acceder clínicas.albizu.edu o llamar a los números 787-993-3885 (San Juan o 787-838-7272 (Mayagüez).