Todo aquel que ha transitado el camino de las relaciones amorosas sabe que hay un momento en el cual el otro puede dejar de ser visto como una persona amigable, amorosa, sensual y divertida para convertirse en un ser humano al cual, en un principio, hay que reclamarle que sea diferente. Luego ponerlo a prueba para ver si aplicó esos cambios, más tarde protegerse porque lastima que su accionar no sea el esperado y, unos minutos después, huir.

Pero… ¿qué ocurre cuando esta situación se repite una y otra vez?, ¿qué hacer cuando el deseo de formar una familia y ser equipo es muy fuerte pero no se puede dejar de actuar como si tuviéramos un gran obstáculo que nos invita a retirarnos?

“Tu pareja tiene fecha de vencimiento”, fue el mensaje que recibió Lali Bunge, -coach formada en neurociencias-,más conocida en Instagram como @unaminacomovos, cuando recurrió a una sicóloga para resolver la crisis que estaba teniendo con su marido. En aquel entonces, Lali deseaba entender por qué se encontraba por segunda vez implicada emocionalmente con un hombre que en poco tiempo podría desaparecer de su vida.

A raíz de ese final inminente, decidió darle un giro a su historia y hacerse una poderosa pregunta: “¿qué puedo hacer yo de diferente en esta situación?”. De este modo, arrancó a nutrir su mundo de nuevas herramientas como neurociencia, neurolingüística y coaching para poder tomar la decisión desde otra perspectiva y no desde el hartazgo de encontrarse una y otra vez con la misma Lali y, como consecuencia, con los mismos resultados.

“Me di cuenta de que algo de mi historia yo lo estaba proyectando en el otro y el otro, al ser una relación tan íntima, apretaba todos mis botones. Al mismo tiempo, no tenía ninguna pareja en mi entorno que tuviera un vínculo sano, entonces me encontré con que no sabía a quiénes imitar. Mis papás, por ejemplo, estuvieron durante 50 años llevándose a las patadas. Pero una vez que encontré cómo quería vivir nuestro amor (la serie Modern Family se convirtió en una gran fuente de inspiración para mi) elegí no perder de vista mi objetivo. En aquel entonces empecé a decirle a mi cerebro cuál era la dirección que tenía que tomar y, aunque por momentos me cansaba, me frustraba y tenía ganas de largarlo todo, después volvía porque tenía muy en claro a dónde quería llegar”.

Es fundamental entender que la pareja es la construcción de dos nuevos individuos a través del otro. Hay una parte de tu historia que resuena directamente con una parte del otro. No es casual que se hayan encontrado”, compartió la creadora de una comunidad que ya reúne a más de 13 mil mujeres de todo el mundo.

Que empiece por mi

“¿Por qué yo voy a ser amoroso si el otro no es amoroso conmigo?”, sin dudas esta es una de las principales preguntas que las personas se hacen a la hora de encontrarse con que quieren tener un resultado distinto al que venían teniendo pero no están dispuestas a ser las primeras en empezar con el cambio.

Para Lali, hay un lema que puede ser de gran ayuda en este tipo de situaciones y es la frase que aplican inclusive en Alcohólicos Anónimos: “Que empiece por mí”, es decir, yo no puedo controlar lo que haga o diga la otra persona pero sí está en mis manos el hecho de convertirme en una especie de guía y con mi accionar indicarle cómo me gustaría ser tratada.

El pasto del vecino es más verde

Otro de los grandes obstáculos a la hora de construir nuevas versiones, es la tan recurrida comparación, ya sea a través de Instagram, de conversaciones o inclusive fantaseando con cómo será la vida de personas que ni siquiera se conocen en profundidad.

“Para mi lo fundamental es empezar a alejarse de la gente que, de alguna manera, nos intoxica, nos genera un malestar. Hay que ser consciente de qué es lo que uno está trabajando en este momento de su vida y alejarse de la comparación porque como somos seres visuales ver que el otro está siendo exitoso y uno no, genera una sensación de vacío que puede terminar haciendo que abandonemos el camino hacia lo que tanto deseamos”, cuenta Bunge.

El descanso también es parte de la acción

“Saber miquear es clave, conectar con lo liviano, Los Simpsons, Friends, lectura de ficción, no pensar en nada. Yo todos los días me tengo que matar de la risa con algo, tomar una copa de vino, relajar… Está bueno encontrar un grupo de amigos en donde e puedes ser idiota sin sentirte juzgado. No podemos tomarnos tan en serio la vida todo el tiempo. Si yo me tomo todo lo chico con mucha seriedad después cuando pasan cosas serias se me cae el mundo encima. Por ejemplo, el año pasado me diagnosticaron cáncer de piel de un día para el otro. Por suerte, me terminé curando pero está bueno guardar los momentos pozo para cuando te caen cosas más serias”.

La vida se puede volver una aventura constante. Hoy en día, Lali Bunge tiene tres hermosos hijos, una pareja a la cual considera su mejor amigo, y asume el desafío que implica seguir siendo faro de inspiración para miles de hombres y mujeres que valoran y respetan la vida de a dos.