Mucho se habla de lo beneficioso que son los perros terapeutas para los enfermos, niños y ancianos necesitados de compañía, de una caricia o una mirada de amor y de cómo esta simple terapia ayuda a equilibrar los estados emocionales, lidiar con sus limitaciones físicas y hasta estabilizar la presión cardíaca.

Pero ¿cómo llegó esa práctica a Puerto Rico? ¿Solo se da con perros de raza o los satos pueden ser parte de estas iniciativas? 

“La terapia empezó conmigo. Tenía desánimo, depresión y  ansiedad. Ella sabía cómo me sentía cuando me sucedía. Ella se me acercaba y me ponía la cabeza en la falda”, relató Emilio Belaval, al referirse a Pugee, su perra labrador.

A raíz de esta experiencia, Belaval, miembro de la Federación Canófila, adiestró a Pugee como perra de terapia.

“Es bien noble. Me la han mordido dos perros ya y ella no se defiende. Ella lo que quiere es jugar. Por eso quiero que interactúe también para que vea que no todos quieren hacerle daño”, explicó Belaval, quien se encontraba con Pugge entre cientos perros que fueron bendecidos en la Parroquia San Antonio de Río Piedras.

Pugee es una terapeuta de niños y en semanas recientes su dueño la llevó a una actividad para niños discapacitados y en sillas de rueda en la cancha municipal de Cayey.

“Cuando pasé con la perra, el gesto de los niños fue de tratar de tocarla. Así que yo la acerqué a los niños. Había un niño cuyas manos eran bien rígidas, pero como quiera hacían el intento de tocarla, de pasarle la mano y acariciarla. Algunos la abrazaban y la besaban. Se zafaban los muchachos para ir  a jugar con la perra y abrazarla. Fue bien emocionante. Eran muchachos en silla de rueda. Los papás se emocionaron también”, relató.

El orgulloso dueño de la mascota agregó que suele llevar a Pugee a visitar niños en los hospitales.

¿Cómo reaccionan los niños?

Les levanta el ánimo.

¿Por qué es importante para los niños amar los animales?

Entiendo que un niño que tiene un perro aprende responsabilidad porque tiene que darle comida y agua, bañarlos y mantenerlos en buenas condiciones.

“Los enseña a socializar porque ahora estamos hablando usted y yo por el perro. Los vídeo juegos lo que hacen es alejarlos de socializar. Le enseña sensibilidad, porque hay que cuidarlo. Hay que quererlo, amarlo. Es triste cuando un niño le hace daño a un animal. Es un reflejo de algo. Tener una mascota, quererla y cuidarla es muy importante. Te enseña a ser un buen ser humano. El niño que le hace daño a un animal… algo está pasando”, acotó.

Rusty, un satito amigable

Los perros satos también pueden ser perros de terapia. Para ser terapeutas no tienen que ser de raza. De eso da testimonio Carmen Gavirongo, quien también pertenece a la Federación Canófila y acaba de adiestrar a su satito Rusty,  indicó que su mascota es un perro rescatado.

¿No se discrimina contra los satos en la Federación?

No. El ID de él dice mixto. Es de terapia canina.

“Mi sobrina lo recogió el 24 de diciembre, donde está el cementerio Buxeda en la Baldorioty de Castro. Ella tiene varios perros en su casa. Al otro día,  lo llevó a mi casa. Ya yo no tenía ninguno. El que tenía lo enterré en el cementerio de mascotas de Caguas. No me quería quedar con él, pero mi esposo le dijo que  me lo  dejara varios días, que yo me iba a enamorar del perro. Así fue”, apuntó.

“Lo llevé a unos entrenadores de perros y me dijeron que fuera a la Federación Canófila.  Vieron muchas cualidades en él. Viniendo de la calle,  tan pronto lo llevé y lo evaluaron, me entregaron el certificado porque es muy amigable. Le gustan mucho los niños. Le gusta que lo acaricien y acariciar a la gente. Así que está listo para visitar el  Hospital del  Niño. Los niños juegan con él. Él se vuelve loco con los niños, le levanta la patita, los lame. Se vuelve loco. Eso le da mucha ayuda a los niños, igual a los ancianos”, indicó.

Sugar lleva felicidad

Sugar, de dos años,  es un perro de terapia y su dueño, Juan Vega, también de la Federación Canófila expuso que su can siempre está listo para llevar un poquito de felicidad a niños, adultos y ancianos.

“Es importante llevarlos a los hospitales.  Es la última edición a lo que terapia a los niños, a los adultos, a los ancianos. Están  preparados para llevarle un poquito de felicidad y mucho cariño a los pacientes enfermos. Ellos trabajan con la parte emocional del paciente. Con solo pasarle la mano por el pelaje, automáticamente  la presión  arterial les baja. Disminuye, dicen los experto”, puntualizó.

¿Cuál es la bondad de los german shepperds?

Son brillantes, sobre todo.  Bien inteligentes. Aprenden bien rápido. A pesar de que es un perro bien ágil, al ser entrenado para dar este tipo de servicio ellos se ajustan. Fíjese que los niños son bien juguetones. Los tocan rápidamente. No piensan las cosas, antes de hacerla. Ellos son compasivos después que son entrenados”, describió.

“Los perros son tan brillantes que pueden detectar bombas, personas atrapadas en escombros. Inclusive personas con cáncer. Ellos lo han detectado. Hay perros preparados para detectar cuando a un paciente le va a dar un ataque de asma o le sube la diabetes, si  la azúcar está súper alta. Ellos avisan rápido. Eso ha pasado”, aseguró Vega.