Hola, me llamo Gedeón y nadie nunca sabe con qué invento voy a venir. Por ejemplo, no quiero engordar, ¡pero me jampeo todo lo que me echen en el plato! No me gusta el alboroto, ¡pero me encanta ladrar! Peleo porque no me gusta bañarme, ¡pero me encanta mojarme bajo la lluvia! No dejo que nadie toque a mi dueño, ¡pero yo sí le pego sus buenos mordisquitos! En fin, ¡así soy, así me quieren y así me querrán toda la vida!