Quien acude a Bone-A-Pet-Eat en Ponce sabe que esa es una pastelería “human friendly”, además de que, se topa con distinguidos comensales que, probablemente, le darán un ladrido de bienvenida.

Incluso, en ocasiones, podrá ver gatos, conejos, hámsters y alguna gallina sentada con su familia humana en espera de recibir un rico plato preparado especialmente para ellos, según su alimentación.

Esto sin dejar fuera a sus acompañantes, que también tendrán deliciosas opciones, físicamente similares a la escogida para su mascota, con el propósito de convertir la visita en una experiencia digna de recordar.

El concepto, inaugurado el 10 de julio de 2022, fue ideado por Michelle Santiago Claudio, con el apoyo de su amiga Wanda Ivelisse Colón Román, quienes se atrevieron a emprender en un terreno poco explorado en Puerto Rico, pero sumamente exitoso en otros países.

Santiago Claudio, de 52 años, relató que, “todo empezó cuando mi hija, Gisela Rosario, necesitaba que le hicieran unos ‘treats’ para el grooming y me insistió tanto que empecé a tomar talleres. Entonces, fue tanto el éxito, que eso me hizo pensar en algo más”.

“Ya los perritos no son mascotas, sino que son parte de la familia y por eso pensé que no había un concepto donde la gente pueda ir a comer con sus mascotas y que ellos también puedan comer”, detalló Michelle, cuya profesión es terapeuta del habla.

Relató que, irónicamente, es un concepto aceptado en Europa y Estados Unidos, donde “se parean los alimentos o hay comida para tanto el canino o el gato y para las personas”.

Así las cosas, convenció a su actual socia, que para ese tiempo se había jubilado luego de 30 años en el magisterio.

Así nació Bone-A-Pet-Eat Pastry and Café, “con un concepto de pastelería para mascotas, con una añadidura de pastelería para las personas”.

Las propietarias cuentan con un menú a la carta especializado tanto para la mascota como para el humano, con opciones visualmente idénticas. Por ejemplo, “si la persona come wafles, al perro se le preparan unos ‘woofles’. Todo es diferente. Se ven iguales, pero los wafles de ellos son con harina de avena, no con harina de trigo, no tiene azúcar ni sal, sino los wafles hechos con guineo, maní y avena”.

“Igual, si la persona quiere un omelette, al perro le preparamos un pawmellete con el huevito hecho sin sal, no tiene mantequilla ni grasa, sino al natural. Se le echa proteína, pavo bajo en sal, bacon, frutas y espinacas para ellos. A los de nosotros, le echamos tomate, cebollitas, pimientos. Pero cuando usted lo presenta, se ven iguales”, describió.

“Tenemos las ‘doggiedillas’ que es nuestra versión de empanadillas y, también tenemos empanadillas para humanos. Tenemos brownies para humanos y, para ellos (mascotas) hay ‘pawnies’, que tienen harina de algarroba y es un sustituto del chocolate. Es muy saludable para el perro a nivel digestivo, huele bien y sabe bien”, explicó.

Igualmente, aclaró que los platos están confeccionados con ingredientes de la cocina del humano.

“Todo lo que hacemos aquí es ‘human grade’, está hecho con ingredientes de la cocina del humano, con ingredientes naturales, no hay nada que se haga de perro. No es de perro, sino para perro. Nosotros lo podemos consumir”, indicó.

“Los ‘cupcakes’ para ellos son de canela, salmón, pollo, zanahoria, maní, según la gente nos lo vaya pidiendo. Todos los ‘treats’ están deshidratados, lo preparamos nosotros y no necesitan refrigeración y también son ‘human grade’. De hecho, aquí hay gente que los comen normal, igual con los helados”, confesó.

Aunque la mayoría de los comensales son perros, Michelle señaló que también han recibido “gatos, gallinas, conejos, hámster y, para cada uno de ellos hemos preparado su menú”.

“Cuando trajeron la gallina, le preparamos su platito con comida para la gallina. Mientras sus dueños comieron, la gallina también comió porque la gallina era la mascota de la familia. Al conejo lo trajeron en su ‘kennel’, le preparamos su platito con sus verduritas, frutas”, afirmó.

Entretanto, aclaró que “aquí no somos ‘pet friendly’ sino ‘human friendly’ “.

“Queremos cambiar el concepto o la definición de lo que es ‘pet friendly’ porque, aunque es muy bueno; es simplemente que se le da acceso al lugar. Pero nosotros queremos darle algo más porque los perros son parte de la familia”, resaltó.

“Queremos que las mascotas también puedan disfrutar de tener ese trato, ese cariñito, que puedan comer algo, tener un dulcesito o algo rico para poder comérselo, no simplemente tenerlo en la falda”, apuntó.

Para detalles puede llamar al 787-483-8189.