No he podido entrenar a mi mascota para “ir al baño”

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
PUBLICIDAD
P: ¿Por qué, después de meses o hasta años, algunos animales no aprenden a hacer sus necesidades donde uno quiere?
Recientemente, hemos recibido mucha correspondencia de lectores que se lamentan de no poder entrenar a sus animalitos a “ir al baño” cuando y donde a ellos les convenga. Para poder ayudarlos con este tema, recurrimos al portal de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos (ASPCA).
R: Probablemente no han sabido educarlos en los términos que ellos entienden
Es importante que los amos aprendan a reconocer el comportamiento de sus mascotas antes de hacer sus necesidades para poder prevenir “accidentes” dentro de la casa.
Lo primero es que, no importa cuán chiquita sea la mascota, lo ideal es sacarla a pasear una vez al día para que aprenda a hacer sus “cosas” afuera. Además, el ejercicio le viene bien para su estado mental, pues es una especie de “trabajo” que el animalito cumple. De hecho, aun los que se resistan a pasearlos, pueden enseñarlos a “ir al baño” fuera de la casa.
Cuando tienen que orinar o defecar, muchos perros dan vueltas en círculo, huelen incesantemente el suelo, caminan nerviosos por la casa, escarban el piso o las paredes, o se acercan insistentemente a sus amos, buscando atención.
Sin embargo, tú puedes entrenar a tu perro para que te avise cuando quiera ir al baño. Sólo tienes que comprar una campana y atarla con una cinta o cuerda a la puerta por donde vayas a sacarlo siempre.
TOMA NOTA
-El primer paso es sonar la campana a la vez que la acercas al hocico de tu perro y le dices “toca”. Tu mascota probablemente acercará la carita y la hará sonar (si no lo hace, acércasela tú y cuando suene, felicítalo y dale un premio). Haz esto varias veces.
-Cuando tu perro toque la campana cada vez que se la presentes, átala a la puerta de salida. Lleva tu perro hasta allí y haz que la suene, diciéndole “toca”. Cada vez que lo haga, felicítalo y prémialo.
-Cada vez que saques a tu perro por la puerta, haz que suene la campana primero. Una vez fuera, en cuanto haga sus necesidades, felicítalo y prémialo con algo que le guste comer (un trocito de pollo o jamón, por ejemplo), pero sólo usa ese premio en particular exclusivamente para cuando haga sus cosas afuera. Con el tiempo, entenderá que para recibir lo que le gusta, tiene que tocar la campana para poder salir y hacer sus cosas.
-Si tu perro toca la campana para salir y lo sacas, y no hace nada, no lo regañes; simplemente, vuelve a casa y no le des ningún premio. Con la práctica, él entenderá.
OTRA OPCIÓN PARA CACHORROS
Biendicen que más vale prevenir que tener que remediar. Si desde pequeño, acostumbras a tu perro a que en sus "ratos libres" o cuando esté solo pase la mayor parte del tiempo en una jaulita (kennel) para perros, cuando llegues y lo saques, lo primero que hará será ir a hacer sus necesidades.
Muchas personas piensan, equivocadamente, que esto es una crueldad, pero es todo lo contrario. Si te fijas, aun cuando están libres en el patio o en la casa, los perros siempre buscan dónde "esconderse". A veces, es debajo de un mueble o de la cama, otras veces es debajo de un carro o en un rincón apartado de la casa o la marquesina.
Esto es así porque ése es un comportamiento típico de los lobos, los ancestros de los perros. Por eso, en vez de ser una crueldad, el entrenarlos para que estén en su jaula cuando no tengan "supervisión de un adulto" es hasta hacerles un favor.
-Entrena a tu perro desde pequeño haciendo que su kennel sea un palacio. Compra uno que sea lo suficientemente grande como para que el perro se ponga de pie adentro y hasta pueda darse la vuelta.
-Ponle una camita mullida o varias frazadas o toallas para que no se acueste en el suelo duro de la jaula.
-Siempre que entre a su jaula de buena voluntad, prémiale hasta que se acostumbre.
-Permite que juegue con sus juguetes favoritos, única y exclusivamente cuando se meta y se mantega en la jaula de buena voluntad. Verás cómo pronto se vuelve una rutina que el perro hasta deseará.
-En cuanto lo saques de la jaula, llévalo de inmediato al lugar donde quieras que haga sus necesidades. Una vez orine y/o defeque, felicítalo y prémialo. Si no hace nada, devuélvelo a su jaulita y al rato, vuelve a repetir el protocolo hata que se "desahogue".
Escríbenos con tus dudas, preguntas e inquietudes sobre comportamiento y salud animal a:
Instinto animal, Editorial Primera Hora, PO Box 2009, Cataño PR 00963-2009, o al email
atumanera@primerahora.com