Es uno de los sonidos más desesperantes para una nueva mamá. Los llantos de su bebé la pondrán a correr y buscará mil y una manera de entender qué le pasa a su pequeñín. A veces puede parecer que lo único que hace el bebito es llorar y llorar. El Dr. Ricardo Fontanet, pediatra, explica que en promedio los bebitos suelen llorar entre 1 y 4 horas diariamente. Sí, parece una eternidad, pero el truco está en entender un poco mejor su llanto y en tener mucha paciencia.

Una forma de comunicarse

Mucho antes de que tu niño o niña pueda decirte “mamá” o explicarte que tiene sed, hambre, sueño o aburrimiento, logrará comunicarse contigo de una manera bien efectiva. “El llanto es la única herramienta que tienen los bebés para decir que necesitan algo o que están incómodos”, explica el Dr. Fontanet. El problema, como bien sabemos las mamás, es poder saber la razón del llanto, que puede ser por hambre, sed, frío, calor, un pañal sucio, aburrimiento, sueño, falta de estímulo, que se ha pinchado la manito al tratar de virarse o hasta un pelito que se le ha enredado en un dedo, entre muchas otras razones.

Cualquier mamá puede sentirse desesperada por un bebé que llora desconsoladamente, especialmente si a pesar de todos los esfuerzos no logra consolarlo. “Es importante tener en cuenta que es imposible engreír a un bebé pequeño. Ese bebé no llora por changuería. Por el contrario, es la única manera que tiene de decirnos que necesita atención, alimento, cuidado. No hay que tener miedo de tener a ese bebé bien cerca”, afirma la Dra. Anette de Paz, sicóloga clínica.

De hecho, afirma que los prejuicios sociales de que “vas a malcriar al bebé”, a veces impiden que la mamá actúe de forma intuitiva y natural. “Como mamíferos que somos queremos tener a nuestros niños cerca y por miedo a ese juicio social no lo hacemos”.

Otro mito es que el bebé va a usar el seno de chupete. “El bebé va a saciar su hambre y no hay que tener miedo de que esto pase”, afirma la psicóloga clínica, defensora de la crianza de apego. Por eso, la Dra. De Paz les recomienda a las madres trabajadoras tener a sus hijos cerca y promover ese contacto piel con piel en cada ocasión que puedan.

Entendiendo su llanto

Las primeras semanas del bebé son un momento de mucho estrés en la familia. Poco a poco, sin embargo, los padres van conociendo mejor al pequeñín y pueden inclusive identificar los diferentes tipos de llanto. “El timbre y la calidad del llanto son diferentes dependiendo de lo que necesita el bebé, y las madres muchas veces pueden saber, de tan solo escuchar al bebé, por qué está llorando.

Cuando tienen hambre, el llanto suele ser corto y el timbre no es tan molestoso”, explica el Dr. Fontanet. El especialista en bebés y niños explica que entre cinco y seis semanas de nacidos los bebés atraviesan el momento de más llanto.

Señales de alerta

“Las mamás pueden preocuparse de que el llanto sea señal de que el bebé esté enfermo. Más que fijarse en el tiempo que llora sin consuelo, que puede variar grandemente de bebé a bebé, es importante tener en cuenta la calidad y el timbre del llanto. Un llanto en un timbre muy alto y desconsolador puede ser señal de que el bebé necesita alguna evaluación médica, especialmente si viene acompañado de otros síntomas como mucosidad en la excreta, un área enrojecida o que tenga el ombligo rojo. De igual forma, un llanto demasiado débil, cuando llora como si no tuviera baterías, también podría ser señal de algún problema”, explica el Dr. Fontanet.

El pediatra asegura que, ante la duda, es siempre recomendable llamar al pediatra. “A mí, lo que me preocupa es la mamá que espera mucho tiempo antes de tomar acción. En esos primeros meses no hay que tener miedo a llamar y consultar mucho con el doctor”, afirma el galeno.

Técnicas para calmarlo

Observa a tu bebé y evalúa la razón por la que pueda estar llorando. ¿Le toca comer o lleva mucho tiempo sin un cambio de pañal? ¿Acaso le puede estar incomodando la ropa? Busca satisfacer sus necesidades. Dale de comer, cámbiale el pañal y cámbialo de posición.

Sin continúa el llanto, busca alternativas para tranquilizarlo. Algunas alternativas son:

  • Mecerlo
  • Darle palmaditas en la espalda
  • Poner música suave
  • Cantarle
  • Pasearlo en brazos
  • Usar una combinación de varias técnicas

Cuando nada funciona, evalúa tu estado de ánimo. ¿Estás demasiado ansiosa y estresada Puede que tu estado de ánimo esté afectando al bebé.