Una de las etapas más bonitas en la mujer es el periodo de gestación y luego la llegada de un hijo o hija. Sin embargo, aunque es una etapa de gran alegría, puede significar también momentos de profunda frustración debido a la ganancia excesiva en peso. ¡Salir de un embarazo y encontrarte con 20, 30 y hasta 40 libras más del peso con el que comenzaste el embarazo puede ser terriblemente desesperante!

La buena noticia es, sin embargo, que con un poco de esfuerzo y calma, además de la orientación profesional, puedes perder todas esas libras y recuperar tu peso ideal. Para lograrlo, te presentamos las siguientes recomendaciones básicas.

Consejos

1. Evitar caer en una depresión o excesiva frustración debido a las libras ganadas. Recuerda que es muy normal terminar un embarazo con varias libras de más.  Disfruta la nueva etapa con tu criatura y, a la misma vez, mantén el optimismo de que vas a perder el exceso de libras.

2. Opta por la lactancia materna. La leche materna, no solo es la mejor alternativa de alimentación para el bebé, sino que también es una forma de aumentar el gasto de energía, lo que te ayudará a perder peso.  

3. ¡Evita todos los alimentos fritos! Elimina de tu alimentación las papas fritas, los tostones, los maduritos, el pollo frito y cualquier otro producto frito. Recuerda que estas opciones aportan muchas más calorías debido a la grasa que absorben al cocinarse los alimentos.

4. Al preparar las comidas, utiliza  métodos de cocción saludables como al horno, hervido o  a la plancha.

5. Cuida las porciones de las comidas saludables. Por ejemplo, incluye una porción de pescado o ave al horno que su medida no se pase de la palma de tu mano. Ingiere frutas como meriendas en porciones pequeñas como, por ejemplo,  15 uvas, una manzana pequeña o una taza de papaya.

6. Consume vegetales diariamente. Trata de que la mitad del plato sea de ensaladas frescas (lechuga, tomate, zanahoria, hojas de espinaca y repollo) o vegetales calientes. En la otra mitad del plato, incluye una fuente de proteína con una porción  pequeña de hidratos de carbonos como: el arroz, los granos, la papa, las viandas o las pastas.

7. Elimina los dulces, refrescos carbonatados y productos de bolsitas.

8. Toma un vaso de agua antes de las comidas y trata de ingerir mucha agua durante el día (tu peso en libras en onzas de agua).

9. Mastica despacio (15 veces antes de tragar). Evita también realizar otras actividades mientras comes como ver televisión, usar la computadora o leer el periódico.

10. Comienza la actividad física tan pronto tengas  la autorización del ginecólogo. Puedes comenzar con ejercicios cardiovasculares de moderada intensidad, como caminar  30 minutos cuatro veces a la semana. Tanto el tiempo, como la intensidad y la frecuencia del ejercicio, debes aumentarlas progresivamente, de acuerdo a tu tolerancia.