Este año se vive una manifestación atípica del dengue antes de la temporada normal de mayor transmisión, llegando a alertas de epidemia en varios países de Latinoamérica.

En la lucha contra los mosquitos, transmisores de dicha enfermedad, son cada vez más quienes recurren alternativamente a los repelentes naturales. Estos remedios caseros, como el aceite de eucalipto y el de lavanda, han ganado popularidad por su supuesta eficacia y por ser considerados más seguros para la salud y el medio ambiente.

“Curiosamente, se sabe que el primer repelente que usaron los humanos contra los mosquitos fue el humo que resultaba de prender fuego para cocinar los alimentos y para protegerse de las adversidades del clima”, relata Ramiro Heredia (M.N. 117882), médico especialista en clínica médica del Hospital de Clínicas José de San Martín, Buenos Aires.

El médico manifiesta que si bien lo recomendado por los profesionales de la salud es optar por los repelentes aprobados por las sociedades médicas, en caso de no contar o necesitar una solución inmediata puede ser práctico hacer uso de remedios caseros.

“Su efectividad es menor a la de los repelentes comerciales, pero pueden sacarlo a uno de apuros”, dice.

Sucesivamente, añade que junto a las alternativas naturales se deben tomar otras medidas de control de mosquitos como el uso de mosquiteros y la eliminación de recipientes que puedan acumular agua estancada, para obtener mejores resultados en la protección contra las picaduras de mosquitos.

Aceite de eucalipto de limón

Es uno de los repelentes naturales más conocidos y recomendados debido a su componente cítrico. De hecho, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos han aprobado el aceite de eucalipto como un ingrediente eficaz para repeler mosquitos.

Una investigación titulada “Evaluación comparativa de laboratorio y de campo de formulaciones repelentes que contienen Deet y aceite de eucalipto de limón contra mosquitos en Queensland, Australia” ratificó que como alternativa a los repelentes comerciales, una mezcla con 32% de aceite de eucalipto con limón aportó más del 95% de protección contra los mosquitos durante 3 horas a ciudadanos que se encontraban en la playa.

En el libro “Adoptez la slow cosmétique” del biólogo Julien Kaibeck, se manifiesta que dicho aceite es un buen compañero de viaje, sobre todo para realizar actividades de montaña, puesto que si se lo mezcla con los productos de belleza para el pelo o la crema hidratante de piel, ayudará a mantener alejados a los insectos.

Además de la posibilidad de mezclarlo con productos de belleza, el preparado para lograr un insecticida “casero” consta de diluir gotas de aceite esencial de eucalipto en aproximadamente 200 mililitros de agua tibia y rociar la preparación en las áreas del hogar por donde suelen entrar los mosquitos.

Echar 250 gramos de hojas de eucalipto en un litro de agua y poner a hervir durante unos 45 minutos. Con la mezcla todavía caliente, pulverizar con ella las zonas de la casa donde no se quiere que entren los mosquitos.

Contraindicaciones: “Puede provocar fenómenos de broncoespasmo en personas con susceptibilidad previa. Además, no se recomienda en menores de 3 años ni en concentraciones mayores al 30% superada esa edad”, dijo el Dr. Francisco Dadic, médico toxicólogo y director de Toxicología Hoy.

Canela

Conocida por su dulce aroma y especiado, la canela es promulgada como otro posible repelente natural contra los mosquitos. Según señalan algunos estudios científicos, esta especia podría tener propiedades repelentes que ayudan a evitar las picaduras de mosquitos.

Un informe sobre repelentes de insectos realizado por la Universidad Nacional de Córdoba ahondó en el potencial de las alternativas naturales para protegerse de los mosquitos y destacó el uso de la canela como agente defensor; sin embargo, en la misma publicación se hace hincapié en que su eficacia es temporalmente limitada.

El uso de la canela como protector puede ser útil tras hervir la especia en agua algunos minutos, dejarla enfriar, luego colar el líquido resultante y mezclarlo con un ‘chorrito’ de aceite para bebés. En caso de ser colocado en un envase con rociador, Heredia aconseja esparcirlo por el ambiente antes que sobre la piel.

Contraindicaciones: “Al ser un producto natural no es tóxico, pero de ser aplicado tópicamente podría provocar irritación en casos de personas con pieles sensibles”, manifiesta el Dr. Heredia.

Lavanda

Con las flores de la planta de lavanda trituradas se puede producir un aceite que cuenta con la capacidad de repeler mosquitos.

“Su aplicación tópica proporciona cierto grado de protección contra las picaduras, aunque su duración de acción seguramente sea limitada”, señala el Dr. Heredia.

Un estudio llamado “Actividades repelentes de aceites esenciales y monoterpenos contra Culex pipiens pallens” encontró que, al probar cuatro tipos de aceites esenciales (entre ellos el de lavanda) en ratas de laboratorio, el de lavanda demostró tener capacidad de protección frente a mosquitos trompeteros adultos (conocidos como los más comunes).

Asimismo, la lavanda cuenta con cualidades analgésicas, antifúngicas y antisépticas lo que implica que además de alejar a los mosquitos, ayuda a calmar la piel en caso de haber sido picado. Para corroborar sus efectos se pueden emplear dos posibles usos: 1) incorporar unas gotas de aceite esencial de lavanda en la crema corporal que se utiliza diariamente y reaplicar cuando se perciba que el efecto protector cesó; 2) hervir agua con flores de lavanda, dejar enfriar, colar la mezcla y verter en una botella rociadora junto con una pequeña dosis de alcohol para obtener un repelente que puede ser esparcido por los ambientes del hogar.

Contraindicaciones: La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos informa que el aceite de lavanda puede causar una reacción en niños que ingieren pequeñas cantidades, pero que los mayores efectos se vinculan a reacciones alérgicas en la piel en sujetos con precedentes.

Finalmente, el Dr. Dadic añade, a nivel general, otros consejos a tener en cuenta: “Se deben descartar los brazaletes con repelentes químicos, el ajo o la vitamina B1 ingeridos por boca, los dispositivos de ultrasonido diseñados para alejar a los insectos y aquellos para el jardín que ‘electrocutan’ a los insectos (de hecho, pueden atraerlos)”.