Cierto es que tengo una patita trasera viroldita, pero me considero el perrito más afortunado del universo. Mi nombre es Lucky Job (Lucky significa suertudo) y le debo mi buena fortuna a mi mamá, Mildred Soto. Habrá quienes me consideren impedido o incapacitado, pero si me vieran correr y jugar con mis hermanas Lula y Leah, se darían cuenta de que los impedimentos sólo existen en la mente. Mami me rescató del abandono (miren lo desaliñado que estaba en la foto de la izquierda), pero ahora, recortadito y bien cuidadito, con to’ y patita coja, ¡vivo superfeliz!