“Mi niña a los dos añitos aprendió a ir al baño y fue cuando ella se sintió lista. Un día llegamos de la calle y me grito: ‘Mamá quita pamper’, y arrancó para el baño pero para hacer número dos”.

“Mi nene fue avisando cuando quería hacer pipi. Pero fue cuando lo iba a meter a la escuelita que tuve que concentrarme en enseñarle. Fue largo el proceso... Me partía el alma cuando no lograba llegar a tiempo al baño y empezaba a llorar”.

“A mí me resultó decirle que se habían acabado los pañales. Mi nena ya tenía dos años y cuatro meses para ese momento… Le dije que ella era grande”.

Esta etapa de dejar el pañal y comenzar a ir al baño es diferente para cada niño y niña, como lo han compartido algunos padres. Si estás en ese proceso, o próximamente lo estarás, ten claro que las edades para dar este paso varían.

“La opción radical no es muy práctica ni realista”, explica la doctora Marta Loubriel, sicóloga clínica, quien recomienda un acercamiento gradual a esta etapa.

Según la especialista, entre los 18 y los 24 meses los pequeñines muestran incomodidad con los pañales sucios. Pero, para iniciar el entrenamiento, destaca que el pequeño “debe pasar más de una hora con el pañal limpio y mostrar interés por usar el baño”.

“No pueden esperar resultados de la noche a la mañana”, añade la doctora Loubriel, quien aclara que tres meses es un periodo razonable para lograr el control de los esfínteres de día. Para la noche, tomará más tiempo. Si esto no ocurre, consulta con tu pediatra.

De hecho, considera empezar poco a poco. Ponle su ropita interior para que esté en la casa durante el día y, en la noche, que use su pañal. Igualmente, puedes optar por los pañales que son fáciles de bajar.

Pero cuidado, los especialistas recomiendan que no se empiece el “potty training” si el niño o niña atraviesa algún cambio en su rutina (una mudanza, la llegada de un hermanito).

También es normal que tengan más dificultad en hacer número dos en el baño.

“Lo primero es identificar si tiene alguna fobia para vencerla”, indica la sicóloga, quien menciona que algunos piensan que se caerán en el inodoro o tienen miedo al ruido que hace. Si este es el caso, convéncelo de que el baño es seguro. Además, verifica que no padezca de estreñimiento.

A continuación algunas claves para lograrlo.

1. Familiariza a tu hijo /hija con el proceso.

“Días antes de comenzar el entrenamiento se debe sentar al niño en el inodoro cada hora o cada dos horas (inclusive con la ropa puesta) para que entienda mejor el proceso”, explica la Dra. Loubriel. Debe también acostumbrarse a cómo se ve la orina y la excreta, y a desaguar el inodoro para que no le asuste su ruido.

2. No lo regañes o castigues porque no quiso ir al baño.

Tampoco debes burlarte diciéndole: “Eres un bebé”. Ten una actitud positiva y reconoce que habrá accidentes. Premiar a tu pequeño por su esfuerzo será una herramienta útil.

3. No lo bombardees con preguntas de que si quiere ir al baño.

La Dra. Loubriel aconseja preguntarle una hora después que ha comido. Además, advierte que “si el niño hace pipi o defeca cada 15 minutos, aún no está listo”